—Yeonjun Había cumplido con todo lo necesario para subir su promedio y qué más que tenía al mejor profesor para ayudarle. Pero simplemente no confiaba en qué lograría graduarse porqué no creía en sus capacidades.
Y para su desgracia la señorita Kim le diría a todos quién tendría la dicha de graduarse o quedarse.
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—Beom— Tocó su hombro de manera desanimada.
—Porqué tan desanimado— Alzó su ceja extrañandole el comportamiento.
—Quiero que sepas que te recompensare por los días en que estudiamos, aunque no logre graduarme— Sonrió con desánimo.
—Mierda, pero porqué no tienes esperanza alguna. ¿Tan mal enseño?— Dramatizo tomando asiento.
—No es eso, simplemente no creo que lo haya logrado— Soltó el hombro y se dirigió a su puesto dejando un Beomgyu con semblante preocupante.
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—Chicos me alegra anunciarles el día de hoy quien partirá en un nuevo camino importante para su futuro— Sonrió ampliamente. —Beomgyu me enorgullece decir que eres el primero de la lista.
—Gracias señorita Kim— Hizo una reverencia para volver a sentarse.
—Kim dictó nombres hasta que finalmente ninguno era el de Choi Yeonjun. Eso le desánimo tanto a Beom como al mayor.
—Bien, hay algunos que no están en esta lista y de ellos les diré quienes lo lograron— Suspiro hondo al ver los nombres que no llegaban a más de la mitad.
—Maldita sea— Dijo bajo Yeonjun.
—Chou Yeonjun— Llamó primero —Eres un chico demasiado irresponsable, vago y poco presente en lo que a las clases respecta— Regaño.
—Beomgyu empezó a mirarle con consuelo pero su mayor le hizo una seña de qué estaba bien.
—Entiendo— Aplanó sus labios.
—Creo que en mis años nunca pensé que otro estudiante sería tutor de nadie para impedir que perdiera sus oportunidades. —Pero cómo siempre digo, el esfuerzo no es en vano— Suspiró. —Choi Yeonjun, me alegra informar qué has aprobado— Sonrió ampliamente.
—Yeonjun miro al de mechones blancos y este simplemente levantó su dedo pulgar, el mayor no pudo evitar saltar a su lado para plantarle un beso en el cachete asombrado a la clase.
—Yeonjun! — Gritó el bajo con miradas de todos encima.
—Gracias, gracias— Se reincorporó en su puesto.
—Después de todo no se llevan tan mal— Aclaró la señorita Kim.
—Beomgyu viró sus ojos para luego seguir escuchando nombres de quiénes no habrían logrado pasar.
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—Entonces creo qué, esto es todo lo que tenías aquí— Mostró el de blancos mechones pues Yeonjun ya no necesitaba dejar sus cosas dónde el bajo.
—Pensé que eran más— Aplanó sus labios.
—Cómo sea, creo que cumpliré con la promesa de no soportarte— trató de reír de una manera no nerviosa.
—Ni yo a tí — Rió de la misma manera.
—Igual, felicidades— Entró nuevamente a su casa.
—Beom! — Llamó.
—¿Si? — Miro con ojos brillosos.
—Tú cabello huele bien— Sonrió.
—Vaya que eres raro— Cerró la puerta dejándole afuera para luego suspirar grandemente.
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—Sí, la cagaste— Se burló vilmente Kang quién había llamado a su mejor amigo para decirle personalmente que lograría graduarse.
—Qué quieres que haga— Jaló sus cabellos.
—Darte cuenta de que te gusta Beomgyu— Señaló sin más.
—Dudo que sea eso— Negó por completo.
—Maldito imbécil— Le pellizco.
—Auch!!! — Gritó.
—Me vale mierda que llueva a cántaros, o vas a buscar a Beom para confesar que te gusta o te partiré un pie— Amenazó.
—Tyunnie— Llamó tiernamente.
—Cierra la boca y ve— Señaló su puerta.
—El no— Frenó sus palabras al recordar cómo le encantaba la faceta de beomgyu sin gafas, dejándole ver y admirar sus bellas perlas que tenía como ojos, su silueta marcada y su cintura definida. Piel delicada y claro su personalidad sincera qué le gustaba. —Me gusta— Señaló por un momento— Oh mierda, si qué me gusta jodidamente Choi Beomgyu—
—Todo un genio Einstein— Viró sus ojos.
—Iré ahora mismo— Agarró su chaqueta.
—Ahí hay un paraguas— Le mostró sin paciencia alguna.
—No te defraudare— Se marchó de aquel lugar sin el objeto.
—Si qué es idiota— Se chocó la cara con su palma.
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—Amor, creo que te gusta — Acarició Seulgi los cabellos de su hijo pues acababa de llegar de un viaje
—También lo pienso mamá, pero fue mi bully— Miro hacía un costado.
—Lo sé, pero a veces pueden cambiar las cosas— Alzó sus hombros.
—Quiero confiar en que así será.
—Puede que sea correspondido— Seulgi puso su mano en su barbilla.
—No estoy seguro de ello— Suspiro.
—Solo sabrás si lo hablas con él—
—Eso haré mamá— Suspiró.
—Pero Beom, esta lloviendo— Le gritó.
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—Beomgyu se levantó con prisa, pues quería estar seguro de qué le corresponderían. Importandole muy poco que estuviese lloviendo.
