Capitulo 23

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Por fin llegue a una parte de la historia que puedo poner un poquitito de tensión que se tienen ambos, solo un poquito.

Enjoy!

NARRADOR

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NARRADOR

Izuku no se quejo ante su caída, se levantó como si nada, se limpio sus ropas y abrió la puerta con una sonrisa centellante jamás vista. La forma en que lo vio era indescriptible, portaba ropa casual con su serenidad tan común en él, sus facciones a los ojos de Izuku cada vez se hacían más atractivas, trago saliva y se abalanzó hacia él rodeándolo en un abrazo mientras inhala a su aroma que era su obsesión.

Shoto lo recibió con los brazos abiertos, sintiendo de lleno el aroma de la sangre dulce, su adicción que lo haría pecar. Apretujo aquel cuerpo pequeño contra el suyo, hundiendo su nariz en su cabello esponjoso y rizado. Cada que inhala a hacia qué su erección fuera más dolorosa, pero le gustaba sufrir.

Le fascinaba cuando Izuku gemía contra su oído cada vez que se besaban mientras le acariciaba las piernas gruesas con deseo.

Lo apartó con suavidad para agarrar con ambas manos su rostros y fundirlo en un beso más que necesitado, no tardó en escuchar los soniditos de excitación de su pareja que hacía fuerza por no separar sus labios. Claro estaba qué ya habían pasado de un beso normal como todos los días, este tenía otro propósito y por su puesto los labios pomposos del más pequeño ya estaban magullados, compartiendo entre ambos su sangre con la saliva mutua.

Izuku podía saborear el sabor metálico en su paladar y el olor no era de su gusto pero podía soportarlo por él. Shoto por su lado cada pequeña gota qué derramaba era un elixir qué no sabía que necesitaba para vivir, aquello era tocar la misma gloria con la punta de los dedos y que por nada lo desperdiciaría.

Se había resistido a probar lo delicioso que era Izuku, sí pero ¿Qué importaba ahora probar un poco del fruto prohibido? Iba contra todo lo que estaba luchando y sobre todo lo que creía, sin embargo Izuku era el detonante suficiente para destruir todo lo que construyó por años.

El peliverde fue empujado hacia dentro de la casa sin que este llegue a notarlo por completo donde Shoto en un movimiento rápido cerro la puerta principal de manera sigilosa para ahora cargarlo con un brazo hacia la sala estar, acomodándolo entre los cojines del sofá y quitándole las zapatillas. De repente se separó poquito porque quería verlo, haciendo que con la sola vista lo vuelta a atacar en un beso feroz. La sangre se escurría por el mentón del menos, goteando en su polera que para su buena suerte no se haría notar lo sucedido.

―Ngh.. Shoto¡Hmm!―Balbuceaba el menor

El dolor en sus labios ensangrentados se iba desapareciendo dando paso a un simple cosquilleo combinada con adormecimiento. El bicolor no tardó en dejar sus labios hinchados, descendiendo por su mentón, saboreando los últimos rasgos de su bebida prohibida. Percibió la calidez del cuello ajeno y sus pulsaciones aceleradas, fue ahí que dio primer beso en aquella parte tan sensible provocando una coloración en las mejillas del menor con sus gemidos más agudos pidiendo que continuará, luego de eso se le fue secundando aquellas caricias con morbosidad.

𝓢𝓮𝓬𝓻𝓮𝓽𝓸𝓼 𝓑𝓪𝓳𝓸 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝔃 𝓭𝓮 𝓵𝓪 𝓛𝓾𝓷𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora