壱 上弦 | 17 |

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Rumores

El tiempo es relativo entre muchas personas, y como es inevitable, el tiempo pasa muchas veces en un simple parpadeo

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El tiempo es relativo entre muchas personas, y como es inevitable, el tiempo pasa muchas veces en un simple parpadeo. Los días pasaron de a poco y llegó el tiempo en donde la señora Hiroko y el señor Kiyoshi llegarían al pueblo después de sus anheladas vacaciones para retomar su acostumbrado trabajo en el restaurante.

Te levantaste esa mañana sabiendo que era hora de regresar a trabajar, sin embargo, te diste cuenta que el cielo estaba nublado a pesar de que en poco tiempo empezaba la otra estación del año.

Como siempre, desayunaste y te diste un baño antes de salir de casa, las vendas que envolvían tu cuello, hombros y algunas partes de tus brazos iban desapareciendo un poco, ahora solo empezaban a dejar marcas de lo que pasó esa noche. Pero esa sensación vacía en tu pecho seguía sin desaparecer, pues creíste que Kokushibo podría volver después como siempre lo había hecho en este tiempo, pero no, él no volvió desde aquella vez.

Era algo que no lo entendías, se te había hecho un poco de costumbre tener su presencia en casa a pesar de que fuera alguien demasiado reservado y callado, ahora que habían pasado bastantes días se te hacía extraño estar sola. Aunque de alguna manera también te sentías culpable.

Saliste de casa y a paso lento te dirigiste al pueblo, el sendero era casi igual a como siempre lo veías, lo que mirabas de diferente era que poco a poco las lindas hojas de los árboles de cerezo iban emergiendo de sus pequeños capullos, la próxima estación estaba pronto y te sorprendía un poco como es que pasa el tiempo un poco rápido.

Luego de varios minutos entraste al pueblo, caminaste por la calle principal como siempre y te mantuviste tranquila y en tus pensamientos en todo momento, no hasta que el bullicio de las personas empezó a tomar tu atención y hacerte salir de ellos.

No detuviste tu paso, pero si mantuviste tu mirada fija en un pequeño grupo de personas que había reunidas ahí, al parecer estaban hablando sobre algo importante y que no lograbas escuchar por lo lejos que estabas. Tuviste la idea de acercarte, pero mejor no lo hiciste, tenías una mala reputación con la demás gente y no querías arriesgarte a que te dijeran algo malo.

Estos días no saliste de casa y te mantuviste ahí hasta el día de hoy, por eso te daba curiosidad lo que estaba pasando por el pueblo.

Decidiste mejor no darle muchas vueltas a ese asunto y seguiste caminando hacia el restaurante, siempre llegabas temprano y era normal estar sola por un momento en lo que llegaban Hanna y los dueños.

—¡_______! —sin embargo, el grito de tu mejor amiga a esa hora te tomó de sorpresa y te giraste a verla.

—¡Hanna! —exclamaste de la misma manera al observar que la chica se acercaba a ti un poco apresurada, no tardó mucho en que ella llegara a ti y ambas se fundieron en un caluroso y fuerte abrazo.

—¡Te extrañé demasiado! —te mantuvo cerca por un momento más y después se separaron—. Y eso que solo fueron unos cuantos días que no nos vimos. —negó con la cabeza, manteniendo una leve sonrisa.

KISSING IN THE MOONLIGHT || Kokushibo Where stories live. Discover now