𝓲𝓿. enola's disappearance

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chapter 4

❝  Enola's disappearance ❞

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❝ Enola's disappearance ❞

La mañana era extrañamente tranquila, después de los sucesos ocurridos el día anterior

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La mañana era extrañamente tranquila, después de los sucesos ocurridos el día anterior. Los pájaros cantando resonaban por la cocina, al tener las ventanas abiertas para recibir la luz del día. Como de costumbre, la Sra. Lane y Lidia se habían despertado temprano para preparar el desayuno.

—¿Cree que vaya a sobrevivir?— la preocupación de Lidia era evidente, mientras colocaba su plato en la mesa para poder desayunar.

Ambas estaban angustiadas por Enola, ya que Mycroft la llevaría a la escuela de pupilos después del desayuno.

—Por favor, usted conoce a Enola. Honestamente, pienso que las pupilas son las que deberían preocuparse— La Sra. Lane y Lidia soltaron una carcajada sin poder evitarlo.

No se habían reparado de la presencia de Sherlock parado en el marco de la puerta, hasta que este carraspeó. La de ojos azules borró su sonrisa de inmediato contagiando a la Sra. Lane, y guardaron silencio como si estuviesen haciendo algo ilegal.

Sherlock apoyó sus brazos en el mostrador.—Buenos días— dijo para las dos presentes.

—Buenos días, Señor— la Sra. Lane fue la única que respondió, paseándose por la cocina para servir su desayuno.

El castaño no pudo ignorar aquello, girando su cabeza hacia Lidia, quien parecía muy concentrada en el plato.

—Mycroft la necesita en la habitación de nuestra hermana— la Señora Lane asintió, quitándose el delantal y salió de la cocina. 

El silencio que se instaló en la habitación, después de qué la Sra. Lane se marchara fue sepulcral. Sherlock esperó pacientemente a que Lidia tuviera la iniciativa de decir algo, lo que fuera, pero no lo hizo. No tuvo que ser detective para saber que era lo que le pasaba, estaba furiosa con él, no sólo pudo deducirlo por el silencio, sino también por su postura rígida.

Aunque por más que Sherlock intentó ignorar el ruidoso silencio, estaba llegando a su límite. Sabía que Lidia tenía razón al decirle lo que le dijo el día anterior, y que tenía todo el derecho de estar molesta, pero no podía no desear compartir palabras con ella. su compañía durante los últimos dos días había sido buena, despertando sensaciones que creyó haber sepultado en lo profundo de él.

𝐇𝐢𝐭𝐬 𝐃𝐢𝐟𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭 | 𝐒𝐡𝐞𝐫𝐥𝐨𝐜𝐤 𝐇𝐨𝐥𝐦𝐞𝐬 [ᵉⁿᵒˡᵃ ʰᵒˡᵐᵉˢ]Where stories live. Discover now