Maira

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Maira irrumpió en mi sueño con un entusiasmo contagioso, zarandeándome con vigor hasta que mis párpados se vieron obligados a abrirse. Su voz resonó en la habitación como una melodía conocida, anunciando el comienzo de un nuevo día.

Leilaaaaaa!!!-exclamó mientras me zarandeaba .

Así es, queridos lectores, esta es Maira, pelirroja  con ojos verdes ,estatura media y con un bonito y delgado cuerpo. Maira, mi faro en las noches oscuras, la musa de mis risas y confidente de mis secretos más profundos, mi amiga inseparable, o quizá mi hermana por la confianza que compartimos a la hora de despertarme .

Un poco de privacidad querida amiga-le pedí mientras me estiraba perezosamente.

Las bromas eran moneda corriente entre nosotras, al igual que la confianza mutua. Desde la desaparición, o mejor dicho, la muerte confusa de mis padres, Maira se había convertido en el pilar de apoyo que necesitaba. Ella consolaba mis días tristes, soportaba mis pesadillas después de nuestras maratones de películas, y era la única confidente de mi investigación sobre la muerte de mis padres. Días atrás, le había confiado mi inquietud: no era normal que mis padres hubieran muerto según decía mi abuela, y menos aún que no hubieran encontrado sus cuerpos. Le prometí llegar hasta el fondo de mi búsqueda, y Maira, sin dudarlo, se sumó a la causa ofreciéndome su ayuda incondicional. Todo este peso me abrumaba: la desaparición sin rastro de mis padres, el sueño recurrente con la imagen de una niña que me resultaba familiar.

Eoooo, te estoy hablando - me interrumpió Maira, notando mi distracción.

Sí, sí, te escucho. ¿Qué decías?- respondí con la mente aún enredada en mis pensamientos.

Te noto ausente, ¿te ocurre algo? -preguntó preocupada.

No, nada. Estaba pensando en qué ponerme- le mentí entrando al baño, sabiendo que ella me conocía tan bien que podría leer mis pensamientos. Maira decidió dejarlo pasar, quizás para evitar incomodarme, mostrando una vez más la complicidad que había entre nosotras. Una complicidad que se había forjado entre nosotras en innumerables risas compartidas y secretos guardados bajo la luz de la luna. Por lo que era cómico intentar engañarla. Maira suspiró y, con una sonrisa cómplice, decidió cambiar el tono de la conversación.

Bueno, cambiando de tema, hoy es el día de nuestra excursión al bosque, ¿recuerdas?-dijo Maira con entusiasmo mientras su cabeza se asomaba al baño. Sabía a lo que se refería; habíamos explorado cada rincón de Berlite en busca de pistas sobre la desaparición de mis padres. El bosque era el último lugar por investigar, y aprovechamos la excursión organizada por el instituto para llevar a cabo nuestra búsqueda.

Asentí con una sonrisa, agradecida de que Maira, una vez más, tuviera esa habilidad única de cambiar el curso de mis pensamientos. La perspectiva de la excursión al bosque no solo nos ofrecía la oportunidad de adentrarnos en un territorio enigmático, sino que también simbolizaba el inicio de una búsqueda que podría revelar respuestas sobre la desaparición de mis padres.

En ese momento, entre risas compartidas y la promesa de aventuras por delante, sentí un destello de esperanza. La excursión no solo sería un escape temporal de mis preocupaciones, sino también el inicio de una travesía que podría arrojar luz sobre los oscuros misterios que envolvían la historia de mis padres.









Holiii!!! 

Para las personas  que hayan leido hasta aquí comenten si os gusto y si quereis que siga con la siguiente parte.

Os estaré leyendo  XD.


EL MISTERIO DE BERLITEWhere stories live. Discover now