CAPITULO 2

1 0 0
                                    


—¿Apoyarme?, no te entiendo. Nunca te he visto antes—

Kate detuvo sus acciones, quedándose quieta por unos segundos. Su apariencia esbelta como un cuchillo, le daba un aire amenazador como si en cualquier momento pudiera arremeter.

—¿Te parece que soy una alucinación? —pregunto, volteándose a Nestor con una mirada fría.

—Ehh... no, es decir, no lo sé...—comento nervioso, no quería causar una pelea.

Nestor sintió el miedo correr por sus venas, como un gato atrapado frente a un gran perro. Cuando ella había tomado su muñeca, fue un contacto muy firme, no podia ni siquiera oponer resistencia, y el tono de voz con que le hablaba estaba entre la fina línea entre la preocupación y la amenaza.

—Lo siento si te puse nervioso, no quería asustarte—Kate coloco el plato en la mesa, para luego sentarse como si fuera una invitada normal— No soy...buena con las palabras, pero no te haré daño—

—Está bien... no, no me asuste—se corrigió, no queriendo mostrar debilidad—Es solo que esto es bastante extraño—

—Siéntate a comer, se va a enfriar—sugirió, tomando un tenedor.

A Nestor le costó trabajo aceptar aquella propuesta, aún no sabía si confiar o no. Sin embargo, su mente le jugaba bromas, ya que comenzaba a sentir lo mismo que con Naomi.

Se acerco lento a la mesa, acomodándose en frente de Kate sin perderle el ojo en ningún momento. Kate parecía tranquila, no veía en absoluto a una ladrona o algo por el estilo.

—¿Tú cocinaste esto? —preguntó Nestor, mirando curioso la comida como si estuviera envenenada.

—Si, es lo mejor que pude hacer...con los materiales que tenías—

Kate había preparado huevos con salchichas, tostadas y café. Todo eso junto con unas rebanadas de fruta como complemento. Nestor probo un bocado de su plato, sintiendo un sabor más que decente; era mucho mejor que lo que solía preparar.

—Está bueno, gracias—susurro.

Pasaron los minutos, ambos en silencio y solo comiendo. Kate mantenía su mirada fija en Nestor, analizando cada detalle de su persona. La incomodidad crecía con cada segundo, cada vez que Nestor levantaba cauteloso su vista, veía a Kate mirándolo como una estatua

—Entonces...—trato de sacar conversación—¿Puedes explicarme como es que llegaste aquí?, ¿De dónde me conoces? —

—Siempre estuve aquí Nestor, no entiendo tus preguntas—comentó, dándole otro bocado a su comida.

—¿Acaso eres una amiga ?, ¿Sabes algo de mi familia? —Nestor estaba comenzando a ponerse inquieto al escuchar su nombre, era claro que Kate tenía información sobre él.

—No lo sé, ¿Quieres que sea tu amiga? —pregunto Kate, con su semblante neutral.

—Solo quiero saber cómo llegaste a mi casa y quién eres tú. Eso no es excesivo ¿Verdad? —dijo, casi como una orden.

—Ya lo dije. Lo único que importa es lo que tú quieres, Nestor—contestó Kate, sin inmutarse por la actitud de Nestor.

El chico soltó un suspiro, no entendía las respuestas de la joven. Es como si se hubiera inventado una historia y se negara a decirla, no tenía sentido.

—Y bien, ¿Que voy a hacer? —pregunto Kate, mirándolo expectante.

—¿A qué te refieres? —

—Ya terminamos de comer, ¿Qué es lo quieres que haga ahora? —

Guardia KateМесто, где живут истории. Откройте их для себя