¿Qué haré si ella muere?

314 60 36
                                    


Hola a todos! Título alarmante, lo sé.

Por fin vamos en la recta final jejeje.

No olviden votar y comentar.

Criston Cole regresaba a Isla Bella con todos los soldados que había llevado.

Había perdido al estúpido mocoso. Él se quedó para defender a la reina.

Estúpido mocoso, iban a matarlo.

Ahora la guerra quedaría solo en manos de Otto Hightower, y sin un Targaryen dirigiendo la puta guerra, todos los bandos aliados dudarían si dar o no su lealtad a los Hightower.

Necesitaban rescatar a ese mocoso, porque si de algo estaba seguro Criston Cole, era que el mocoso no podía con su padre.

Daemon Targaryen era un guerrero que no dudaba en acabar con sus enemigos, si él le ganó en un torneo era porque el en ese entonces príncipe le había dado la espalda, no, Aemon no ganaría y ahora tendría que buscar como sacar a Aemon del palacio, en caso de que el mocoso sobreviviera. Cosa que dudaba.

Aemon Targaryen era un oponente curtido en batalla, pero no con la habilidad de Daemon con la espada.

Su fuerte era el arco. Él podía disparar una flecha o un escorpión y darle a enemigos en movimiento o a cualquier distancia que quisiera.

Nadie escapaba de su flecha. Si él quería matar a alguien, esa persona moriría por su flecha.

Pero una espada, no era una flecha.

- Por favor deténganse- rogó Rhaenyra siendo sujetada por Aemond y Daeron- Por favor, Daemon, Aemon- gritó Rhaenyra pero sus hermanos no la soltaron.

Aemon atacó a su padre pero se dio cuenta que él conocía todos sus movimientos.

No, no podía estar perdiendo. Había entrenado día a día con Criston Cole, quién humilló a su padre en un torneo dos veces.

Había entrenado en combate con Ser Arryk, con soldados día tras día para enfrentarlo.

No podía perder. No podía.

Aemon soltó su espada y lo miró furibundo a los ojos.

- Bien, hagamos esto sin armas- dijo Daemon concediéndole al mocoso desconocido el honor.

Aemon dió su mejor golpe, sin mover a su padre siquiera un poco. Bloqueó el primero, pero luego un golpe en la boca de su estómago y otro en su rostro lo hicieron caer al suelo aturdido.

Intentó levantarse, pero Daemon tomó su espada y lo obligó a mantenerse en el suelo.

- Se ha acabado- dijo Daemon mirándolo con molestia- Ahora dime quién eres ¿Qué clase de engaño traman los verdes? ¿Por qué me llamas padre?- preguntó Daemon confundido.

- Mátame, has ganado, toma mi vida- dijo Aemon humillado y frustrado- Mátame pero no vuelvas a tocar a mi madre, te doy mi vida voluntariamente, pero no la toques a ella- rogó odiando tener que rogarle a él.

- No estás en posición de negociar niño- dijo Daemon al chiquillo- Podría tener tú cabeza en este instante.

- No- gritó Rhaenyra logrando soltarse de Aemond- No por favor mi rey- rogó Rhaenyra arrodillándose frente a Daemon, poniéndose frente a Aemon- Por favor su majestad, toma mi vida, toma mi vida pero no lastimes a mi hijo- rogó ella mirando a su esposo con lágrimas en los ojos.

- ¿Quién es este niño al que llamas hijo?- gruñó Daemon y Aemon atrajo a su madre entre sus brazos porque ella temblaba y estaba asustada.

Ella no temía por ella misma, temía por su hijo.

Un corazón consumido por la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora