C U A R E N T A Y S E I S

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Narración omnisciente

Y después de una gran aventura, los Mugiwara abandonaron la isla del cielo siendo guiados por sus nuevos amigos hacia el final de la nube.

—Llegamos más pronto de lo esperado —comenta Usopp, la pareja estaba junto a Chopper—

—¡Aaaay, de pronto ya no tengo ganas de regresar! —exclama el capitán, él solo quería celebrar un poco más—

—Tienes razón, me pone sentimental el pensar que tenemos que bajar —dice el cocinero, no quería despedirse de su angelito Conis—

—Le diremos adiós a este mar blanco —sonríe el espadachín, Yune solo observaba detenidamente el lugar—

—Me divertí mucho en la isla del cielo aunque tuve mucho miedo —Chopper balancea sus pequeñas pezuñas—

—Lo que más miedo daban eran esas pequeñas cabezas atómicas que me perseguían, no quiero volver a ver niños —argumenta Yune, eso no era lo que realmente quería—

Para Yune había sido difícil imaginar un futuro con una familia, no porque no quisiera, si no porque tenía miedo de ser igual que sus padres y le atemorizaba la idea de tener que abandonar a su primogénito o que quisieran matarlo por tener su sucia sangre.

—Cuando atravesemos esa puerta, podremos bajar a nuestro mundo por medio de una vía láctea —dice Usopp, Yune niega—

—Prepárense, solo diré eso —ríe la espadachina, ella no quería arruinar la sorpresa—

—¿Crees que podamos volver a la isla del cielo? —consulta la navegante, tendrían que subir nuevamente por la Corriente Ascendente—

—Pues no estoy seguro

Sus acompañantes empezaron a correr para poder despedirlos, los ángeles estaban muy agradecidos con ellos por haberlos salvado de Enel.

—¡Gracias por todo lo que hicieron por nosotros! —exclama el capitán, sería la última vez que se verían—

—¡Al contrario, nosotros somos quienes estamos agradecidos! ¡Nunca los olvidaremos, en verdad gracias! —sonríe Conis, aquella mujer que fue la única en revelarse contra Enel—

—Prométanme que se van a cuidar mucho los tres, ¿de acuerdo? —pide Luffy, los tres asienten—

—¡Claro! —gritan Conis y Pagaya, extrañarían a sus amigos—

Todos comienzan a prepararse para regresar al mundo de abajo, sin embargo, el ave del sur que llevaron con ellos al cielo por accidente llegó volando a toda velocidad.

—Está diciendo “no me olviden” —traduce Chopper, aquel ave golpeó a Luffy—

—Ah, es el pájaro que trajimos por accidente —dice la navegante, Yune ríe—. Bien, capitán, Log Pose preparado para la siguiente isla

—¡Eso! ¿Listos? Una vez que bajemos, empezará una nueva aventura —grita el capitán, Yune niega divertida—. Prepárense, volveremos al mundo de abajo

—¡Sí!

La caída era inminente, Yune solo rio al escuchar la advertencia de Conis, todos empezaron a caer aterrados mientras la espadachina reía.

—Ay, se me saldrá un pulmón, denme un respiro —suelta una carcajada, Zoro cae a cubierta—. Ay, no, basta, fue muy divertido

—¡Eso dolió! —exclama Nami, Yune limpia las lágrimas de risa—

—Tú no te salvas, Yune, tenemos que hablar —reclama Luffy, su hermana mayor niega—. ¿Cuándo consumiste una Akuma no Mi?

—Es la campana —sonríe la espadachina cambiando de tema radicalmente, esa era la despedida de todos los habitantes del cielo—

Let There Be Love || Zoro Roronoa Where stories live. Discover now