I will have to endure.

15.1K 726 617
                                    


Un suspiro largo quito el silencio temeroso. El movimiento al voltear, podía sentirlo sin verlo. Me veía, se detenía a verme.

"¿Estás llorando?" Su voz pegaba grave en mi espalda.

Me quede quieta al escucharla, me aterraba por lo que me acababa de hacer. Mis ganas de buscar una salida se fueron al darme cuenta de lo débil que era ante él.

"No entiendo, antes te mostrabas valiente y ahora mírate… estas igual a la mujer que le traspase la cabeza con una bala." Su mirada se impregnaba más detrás de mí.

Las lágrimas se detuvieron al escucharlo, él iba a matarme igual que la chica si no dejaba de llorar.

"Llorando como mi perra que eres." Su mano se acercó, tomaba mis muñecas quitando el cinturón de ellas. Después de hacerlo, las yemas de sus dedos tocaron mi espalda, acariciando suave.

"¡¡No me toques!!" El temor me hizo voltear, alejándome de esas manos grotescas. "¡Me das asco…!" Las lágrimas caían con desesperación. Iba a alejarme de ese hombre, pero él me detuvo, agarrándome del cuello, apretándolo fuerte.

"¡Maldita perra, nadie me dice eso!" Fue rudo y grave, mirándome con esos ojos fríos.

Empecé a quejarme al no poder respirar bien por su agarre fuerte en mi cuello. Tomaba su mano, intentando quitarla con mis dos manos temblorosas.

"Me vas a ir respetando a partir de ahora. ¡Di que lo sientes!" Mostraba su ceño fruncido, cerca de mi cara.

Obedecí por el miedo que me hacia sentir, porque si no lo tuviera en ese momento, hubiera preferido que él me matará de una maldita vez.

"L-lo siento… lo siento..." La dificultad se hacia grande por sentir como apretaba más fuerte. Mis manos temblaban y mis lágrimas caían.

Su mano dejo de apretar, tirando mi cuerpo de nuevo a la cama. Caminaba llegando a la esquina de esta. Tomaba su ropa, colocándose cada prenda. Mi cuerpo caía de ella, intentando alejarme de él, sin dejar de temblar. No sabía que hacer, solo no quería verlo. Volteo a verme y empezó a reírse, se estaba burlando descaradamente sin importarle ni un poco el verme así.

"A dónde vas, ¿allá?" Apunto con su dedo la puerta, mientras en su mirada solo podía verse seria.

Gateaba intentando llegar a la puerta. Estaba tan agitada, mi respiración era pesada que los movimiento se complicaban. Seguía gateando sin parar de temblar, cubriéndome el rostro con el pelo desordenado que caía por mis hombros.

"Oh ¿allá?" Volvió a apuntar con su dedo, pero ahora en dirección de otra puerta.

Una risa seca salía, su rostro le cambiaba a uno serio de nuevo, observando como intentaba llegar sin dejar de temblar y desnuda.

Tocaron la puerta lo cual me hizo detenerme y quedarme en una esquina, mientras me tomaba mi cabeza con ambas manos, apretando esta y apoyándola en mis rodillas. Su cuerpo se levantó, yendo hacia esta.

"¿Qué pasa?" Pregunto grave.

"Tenemos unos asuntos que resolver." Su mirada era seria, se dirigía a mí.

Tom se dio cuenta de que volteo a verme.

"La perra la paso muy bien." Me miraba con una sonrisa de lado.

El hombre con rastas miro serio y arrogante, para después darse la vuelta.

"Apúrate y deja de perder el tiempo con estas perras." Se escucho irritado, mientras caminaba, alejándose de la entrada.

La puerta fue cerrada por sus manos fuertes. Empezó a dar pasos, abriendo una puerta en la cual se metió y cerro esta, dejándome ahí tirada. Levante mi mirada al ya no sentirlo cercas, sin dudar corrí a abrir la puerta, pero esta no se movía. La desesperación al ver que no cedía, se apoderaba de todo mi cuerpo.

CHAINED IN HELL ; Tom kaulitz.Where stories live. Discover now