39.

6.4K 392 32
                                    

Junior's pov:

—No quiero estar contigo de nuevo de esa forma —dije mirándola a los ojos.

Y es que, si quería que las cosas se dieran bien, entonces tenía que ser todo mucho más lento. No quería que Paula pensara que de nuevo solo seríamos algo meramente sexual.

Estaba por seguir hablando, pero una voz me interrumpió:

—¡Paula! —gritó Estefanía al verla en el mueble de la cocina; yo quería reír—. ¿Qué haces ahí?

Pau se sonrojó bastante, acomodó su blusa y bajó del mueble.

—Estos no son lugares para que hagan esas cosas —dijo molesta para después irse.

—Debería irme mejor —miré a Paula—. Ambos estamos muy cansados, ¿qué te parece si tenemos esta platica mañana?

Ella asintió, sonreí y dejé un beso en su frente para marcharme de ahí.

Marqué el número de Nata contento. Por fin se me cumpliría regresar con Pau y esta vez, con todo bien hecho.

—Ya se me hizo, wey —dije emocionado cuando contestó.

Estuve toda la noche pensando en qué sería mejor, tal vez de nuevo mostrarle una de las canciones que había escrito para ella, pero eso ya lo había hecho. También varias veces me había dejado en claro que no quería más regalos costosos.

Opté por escribir una carta; si podía componer, claramente podría escribir algo así. Le dejé saber lo dispuesto que estaba por comenzar una relación a su lado, sacrificar todo lo demás porque realmente no me interesa si no la tengo a ella. Lo mucho que la he extrañado y cómo me ha servido este tiempo para darme cuenta de lo mucho que la quiero.




Después de saludar al guardia del edificio, ingresé al elevador para subir al piso de Paula. Al caminar por el pasillo, pude ver a Gabito junto a ella fuera de su puerta.

Acto seguido, él la abrazó y ella pasó las manos por su espalda, yo solo veía la figura de espaldas de Gabriel y una pequeña parte de la silueta de Paula.


Paula alzó su cara y él se acercó para repartir besos en ella. Ni siquiera quise seguir viendo, estaba seguro de que pronto iban a besarse. Di la vuelta y salí de ahí.


¿Por qué no me había dicho nada?, pensé.

—¿Tan pronto? —dijo el guardia al verme; yo asentí sonriendo.

Entré a mi coche y puse las rosas en el asiento delantero. Subí el volumen de la música y fui de vuelta a mi departamento.

No podía reclamarle nada; yo no sabía qué tipo de relación tenía ella con Gabriel y, finalmente, nosotros no éramos nada tampoco.

la cherry; junior hWhere stories live. Discover now