Sex, drugs, etc..... ── Charshall; Omegaverse

III

Las sábanas de aquella cama solo se removían entre sí en ambos cuerpos. El calor les inundaba por completo, los sonidos algo morbosos que se escuchan en aquella habitación provienen de la boca de ambos.
Los movimientos de ambos en aquel beso húmedo solo provocaba un cosquilleo en el vientre del menor.

Las pequeñas quejas provenientes del dálmata era música para el alemán, quién solo mordía el labio gordito del contrario. Solo sintió las manos curiosas del albino viajar por todo su cabello castaño hasta llegar a su cuello tatuado, el menor solo tomo el cuello del mayor para profundizar aquél beso.

Se separó de los labios del albino por falta de respiración. Lo miro un poco a los ojos, tenía una mirada demasiado lujuriosa en aquellos orbes celestes. Bajo lentamente hasta el cuello del menor blanquecino, lamió esa zona para dejar ciertas mordidas y besos en el sensible cuello albino.

Jaló el cabello castaño y soltó un jadeó ante esa sensación, el cosquilleo en su vientre cada vez más aumentaba, la necesidad de sentir más ante eso aumentaba conforme los sonidos morbosos de ambos. El sudor provocó que su cabello blanco con ciertos mechones negros se pegará a su frente.

El alemán continuó besando el cuello albino del dálmata, dejando marcas en esa zona sensible del menor, escuchando gemidos y jadeos venir por parte del otro. Bajo un poco más hasta llegar a su pecho desnudo, choco con los pequeños botones rosados del menor, los cuáles se encontraban un poco erectos pero optó por no preguntar.

Mordió un pezón y lo chupo en su cavidad bucal, los jalones de cabello del Británico cada vez más aumentaban, al igual que sus ganas de quererlo embestir más en ese instante. Continuó mordiendo el pezón izquierdo del contrario, llevo su dedo pulgar al otro y lo comenzó a frotar y pellizcar entre sus dedos.

- ¿N-no te estoy lasti-imando?. - Gruño el moreno, quién solo miraba al menor soltar quejidos cada que podía. -

El menor solo negó con la cabeza, este solo mordió el hombro del mayor, importando le un poco si le dolía al enterrar sus colmillos ahí. Sus jadeos salían sin parar de sus labios, sentir la piel del mayor chocar contra la de el fue algo que lo dejo temblando más de lo normal.

Sus pequeños pezones estaban rojos por lo tanto que el Alemán los mordía y los pellizcaba, mierda, se sentía a su límite. Sentir las embestidas del contrario, el toqueteo que el moreno le hacía en su piel era demasiado excitante para el dálmata.

Arañó la espalda morena tatuada del contrario, se sentía completamente en su límite, sentía que ya no podía más por las repentinas embestidas en su punto dulce, lo hacían querer llorar.

El mayor solo miraba los ojos celestes del albino, ver lo llorosos que estaban y ver su boca algo abierta, fue algo que lo hizo delirar del placer. Gruño por la estrechez del contrario, mierda, dolía el grado de apretar del contrario pero en ningún momento se molestó por eso, lo disfrutaba demasiado y más si el menor temblaba a tal grado.

Salió de su interior, viendo inmediatamente el ceño fruncido del menor y el quejido que soltó, por una parte de le hizo jodidamente tierno verlo de ese modo, pero por otra parte le decía que lo embistiera a más no poder.

Tomo al británico de la parte baja de su espalda y lo sentó en sus piernas, observó detalladamente las curvas del contrario. Su cintura pequeña, su esbelto cuerpo blanquecino con pecas decorando lo, su cabello rizado revuelto, sus mejillas gorditas pecosas con un lindo color carmesí y lo último que simplemente le provocaba sonreír, eran sus largas piernas.

Seguía viendo el ceño fruncido del contrario pero inmediatamente ese gesto se fue de su rostro al volver a meter su virilidad en la entrada del menor, escuchar el grito ahogado y excitado del dálmata. Echo su cabeza hacía atrás por la sensación y los ojos celestes del albino comenzaron a llorar por el placer. Solo vió como ligeramente el cuerpo albino se movió por la embestidas de ese momento.