042: Citas

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Debido a la creciente carga de trabajo en el hotel y a que a diario surgían situaciones que absorbían la mayor parte de su tiempo, cuando tenían la oportunidad de tener una cita, la aprovechaban al máximo.

En esos momentos, dejaban aflorar su lado más romántico y expresaban el profundo amor que sentían el uno por el otro. Sus citas variaban desde pequeñas caminatas en el parque hasta cenas lujosas que culminaban en canto y baile. Incluso el demonio era capaz de acceder a ver una película, aunque se concentraba más en ella que en ver la televisión.

A pesar de que al pelirrojo le encantaba compartir esos momentos con su novia, prefería aquellos en los que estaban en un ambiente más íntimo, solo los dos. Charlie sabía que a Alastor le gustaba cocinar, especialmente para ella. Cuando lo hacía, ella se sentaba admirándolo mientras escuchaba atentamente las historias que contaba al cocinar.

Para sus citas, a Alastor le encantaba cocinar con ella, compartiendo ese pasatiempo que ambos disfrutaban y divirtiéndose con pequeños momentos dulces, como Charlie haciendo bromas con los utensilios o la comida, y Alastor quitándole las manchas que pudieran llegar al rostro de la chica, permitiéndole dar el primer bocado al terminar. Para después, disfrutar juntos de la comida en compañía del otro.

 Para después, disfrutar juntos de la comida en compañía del otro

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