25 Final.

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Con el pasar del tiempo, uno entiende lo precioso que es la vida, lo hermoso que es tener familia y lo valioso que es amar a alguien.

Nacimos sin saber el significado de muchas cosas, crecimos para cometer errores y aprender de ellos y vivimos por mera satisfacción ante cualquier logro ya sea personal o de alguien cercano.

Lloramos por las circunstancias, lloramos por la perdida pero al final siempre surge una sonrisa, una risa y sus carcajadas, debemos entender que no por qué nos sucedan cosas malas debemos ser infelices, ver con buenos ojos a la vida es poder formarse como un adulto.

Vivir en oscuridad, en el rencor solo te llevará a ser infeliz. Vivir perdonando e incluso sacando a las personas malas de tu vida te llevará a obtener esa paz.

"Aun no me acostumbro a este nuevo tú"

Jun se acercó con su loba a él, con su cabeza acariciaba a su pareja.

"Es difícil de controlar pero ambos estamos de acuerdo en una cosas"

"¿Que es?"

"Que nunca te dejaremos ir...eres mi luna y siempre será así"

Jungkook tuvo otra oportunidad, un lobo solitario fue quien acepto su cuerpo, él le pidió que nunca pusiera en duda sus decisiones, aún que Jungkook tenía miedo de que resultará igual que él anterior, acepto.

Grande fue su sorpresa al entender que él solo quería ser feliz con quién le tocará en esa vida unirse.

Paso el tiempo, ellos y la manada crecieron, durante ya cuatro años de hacía el mismo ritual de siempre, solo para que las almas de sus seres queridos fueran al Nirvana, ese lugar donde ellos descansarían en paz.

Más al terminar la noche justo cuando las en el reloj marco las doce un nuevo nacimiento se dió.

—¡Ha nacido un niño!

La manada celebró el hecho felicitando a los nuevos padres y agradeciendo por la dicha de tenerlo con vida.

Adentro estaba Jungkook, YoonGi, la suegra de este y Jun.

Ella quien se encontraba agotada miraba con lágrimas a su hijo, Jungkook estaba a su lado abrazando la mientras la mujer recogía todo y por último YoonGi los veía con alegría.

—Bienvenido al mundo pequeño JungHa.

El primogénito de Jeon Jungkook y Kim JunHa había nacido trayendo dicha y felicidad a todo aquel que los conociera.

Era así como su historia culminaba, como su final terminaba siendo feliz.

Ambos crecieron para convertirse en buenos líderes, fueron amados y honrados, aún que una mancha se encontrará en su historia nada los detenía para proteger a los suyos.

Jungkook y Jun siguieron adelante hasta que su último día llegó yendo juntos hasta el muy esperado Nirvana.

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