Capítulo 13

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Gemiste cuando Jungkook te acorraló contra la encimera de la cocina, Jungkook apoyó su pierna por entremedio de las suyas y pudiste sentir su erección presionar contra su entrepierna, te besó con una desesperación que ni el mismo reconoció, despertabas algo en su interior, algo primitivo y salvaje, que te hacia desear de una manera inhumana, jadeaste cuando Jungkook empezó a mover sus manos sobre tus pechos, él pudo sentir lo duro que estaban tus pezones bajo sus manos. 

Jungkook: Mmh... mi conejita se está poniendo cachonda —dijo con su voz ronca y áspera—

Jungkook no recordaba la última vez que había deseado con tanta urgencia a una mujer, pero tú... sobrepasabas los límites, antes el rencor lo había llevado a querer tu cuerpo, para tomarte y luego rechazarte, pero ahora no sabía lo que en verdad quería contigo.

Jungkook: ¿Por qué haces esto? —preguntó entremedio de un jadeo—

Tu: Porque es algo que quiero hacer, te deseo Jungkook ¿Tu a mí no?

Jungkook: Te he deseado desde la primera vez que te vi

Y te volvió a besar, jadeaste cuando Jungkook te levantó obligándote a enrollar tus piernas alrededor de su cintura, sus labios jamás se despegaron, cuando abriste los ojos te diste cuenta de que estabas en la habitación de Jungkook y sobre su cama, observaste en silencio a Jungkook quitarse la camisa y luego el pantalón, tus ojos se clavaron en su erección, cubierta apenas por la delgada tela del bóxer y aun así se veía enorme, también te desvestiste, pero solamente te quitó tus jeans, aquel pantalón que pronunciaba tu trasero que a Jungkook tanto le enloquecía.

Te pusiste a horcajadas encima de él, mientras que Jungkook apoyaba su espalda sobre el respaldo de la cama, Jungkook se mantuvo inmóvil mientras te veía quitarte la blusa por encima de su cabeza, luego deslizaste tus manos por tu espalda y te desabrochaste el sostén, Jungkook clavó sus ojos en tus pechos.

Jungkook: Quiero chuparte los pechos hasta que no pueda más

Tu: ¿Ah, sí? —dijiste mientras tomabas tus senos hacía él, en un descarado ofrecimiento—

Jungkook gimió ante la invitación.

Jungkook: Si —su gruñido fue ahogado al momento de hundir su cara en tus pechos—

Echaste la cabeza hacia atrás mientras sentías la caliente lengua de Jungkook trazar excitantes círculos alrededor de tu pezón, Jesús María y José, el hombre era increíble, no pudiste respirar cuando Jungkook succionó, enviándote miles de escalofríos por tu espalda, mordió suavemente y diste un leve chillido, pudiste sentir la sonrisa de Jungkook pronunciarse sobre tu piel y luego los besos fueron subiendo desde el valle de tus senos, hasta tu cuello.

Jungkook: Tan bonita, preciosa, única —ronroneó sobre tu piel— mi princesa...

Cerraste los ojos y sonreíste mientras escuchabas a Jungkook hablar, sus besos hacían cosquillas sobre tu cuello mientras tu corazón latía cada vez más, era hermoso poder escucharlo hablar de esa manera, te hacía sentir querida y admirada.

Jungkook te tomó de la cintura y te hizo girar sobre ambos, el pene de Jungkook se pronunció debajo del bóxer y palpitaba, gemiste cuando te besó, Jungkook te besaba con una exigencia que te enloquecía, haciéndote jadear por más, Jungkook se levantó de la cama y se bajó el bóxer de un tirón, dejando a la vista su enorme masculinidad, clavaste tus ojos en su pene, trataste de no reír, el poder que tenías sobre él era increíble, tanta era la excitación que sentía Jungkook en ese momento que moriría si no te cogía ahora mismo.

Jungkook: ¿Te gusta lo que ves, muñeca? —preguntó con una voz profunda y ronca, que hasta él mismo se sorprendió—

Tu: Mmh... —relamiste tus labios con los ojos oscuros por la lujuria— si

Jungkook: Tú pusiste así, es tu culpa

Tu: Ven aquí —lo llamaste con el dedo—

¿Por qué de repente Jungkook sentía la necesidad de querer ser tierno contigo? ya no sentía ese impulso de ser exigente, impulsivo o controlador, ahora era tierno, cariñoso, quería hacerte el amor de una manera que jamás olvidaras, de una manera especial, única, demostrándote lo mucho que le importabas y eso verdaderamente lo asustaba, suspiraste mientras Jungkook te besaba el cuello, cerraste los ojos y entrelazaste tus dedos en su cabello, era sedoso, suave y mientras tus dedos se enredaban en su cabello sentiste una ternura enorme que invadió tu corazón, amabas la manera en que Jungkook te tocaba y besaba, te hacía creer de que tal vez eres importante para él, jadeaste cuando Jungkook deslizó sus manos hasta tu cintura, bajando aquellas braguitas que él mismo una vez te había comprado, Jungkook acarició tus piernas, en un gesto cariñoso que te sorprendió.

Jungkook: ¿Estas segura de esto? —dijo con delicadeza y luego se preguntó: ¿Por qué te importaba tanto cómo se sentía? antes en lo único que podía pensar era en vi0l4rte y ahora ni siquiera quería tocarte sin antes saber que te sentías cómoda con eso, quería que disfrutaras tanto como él estaba disfrutando de tu compañía en ese momento—

Tu: Si —dijiste segura y luego una sonrisa se asomó por tus labios, inocente, preciosa, una de esas sonrisas que antes solían ser la debilidad de él y Jungkook se dio cuenta de que aún seguía siéndolo—quiero hacerlo

Jungkook se inclinó y te besó, rompiste el beso gimiendo cuando él te penetró, lento, delicado, con un suave movimiento, Jungkook gimió, dejando que te acostumbraras a su anchura y sólo entonces te moviste, los ojos de Jungkook jamás se despegaron de ti mientras seguía haciéndote el amor, entremedio de la nube de lujuria que cubría sus ojos, lo miraste, los ojos de Jungkook llameaban por ti y el precioso color en ellos había desaparecido, transformándolos en un oscuro color marrón, el sudor emanaba por todo su cuerpo y aun así, pensaste que no podía verse más guapo.

Jungkook: Ah... —gimió aumentando el número de embestidas más rápido— me traes loco ______________, harás que pierda el control

Tu: Si, si —gemiste— me encanta como te mueves

Jungkook pensó que explotaría en cualquier momento, había fantaseado tanto con tenerte debajo de él y ahora que te tenía, no quería dejarte ir, ni siquiera su mano podía brindarle el placer que estaba sintiendo en ese momento, era una sensación tan extraña que no sabía cómo debía expresarse, Jungkook gruñó cuando sintió que te tensaste debajo de él.

Tu: Oh Dios, Jungkook... ¡Jungkook!

Y tu grito al llegar al orgasmo quedó marcado en su memoria, Jungkook gimió por última vez y gritando su nombre también te llenó, Jungkook cerró los ojos y se quedó quieto dentro de ti, sintiendo como todo su líquido seminal era exprimido por ti.




By. angy_rdzv

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𝘼𝙘𝙤𝙨𝙖𝙙𝙖 ; 𝙏𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙖𝙙𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora