27.

23 3 2
                                    

Brianna's Point of View

En el momento en el que Enjolras abrió sus cansados ojos, le costó adaptarse a la luz del lugar, miró a su alrededor, observo a Bastian y poso sus ojos en mi, observandome de arriba a abajo detenidamente. Noté algo que me causó tristeza, en sus ojos no podía ver nada, no me transmitían nada como siempre lo hacían, se sentó con dolor y con la ayuda de Bastian, toqué su hombro y lo acaricié, subí a buscar a Courfeyrac, que estaba cuidando a Alphonse, apenas vio a Enjolras sonrió e intento agacharse junto a él, quien lo empujo con las pocas fuerzas que le quedaban.
—Alejáte de mí, Valentine—su mirada se oscureció y sus ojos se llenaron de lágrimas—, tú prometiste que no me salvarías, ¡lo prometiste!
—Por favor, Enjolras, no... no te podía dejar allí para morir como un perro.
—¿Y por esa razón dejaste al resto? ¿qué hay de Joly? ¿Combeferre?
—Eras el único al que pude salvar, de otra forma nos matarían a ambos.
—Claro que sí, siempre fuiste así...
—¿Qué?
—Siempre fuiste un cobarde, no me sacaste a mí para salvarme, nos sacaste a ambos, tú solo querías salvar tu pellejo.—vi los ojos de Cour llenarse de lágrimas y subió las escaleras corriendo, fui detrás de él mientras Enjolras gritaba cosas hirientes.
—Cour...
—Tiene razón, Brianna, soy un cobarde.
—No es cierto, eres demasiado valiente, lo salvaste, él solo esta confundido.
—No lo entiendes...
—Ayudame a entender.
—Estaba aterrado, no quería morir, y veía a todos mis compañeros sin miedo y me sentía tan estúpido.—dijo con lágrimas cayendo de sus ojos.
—Todos estaban asustados, y con mucha razón, la muerte es algo aterrador.
—Y ahora todos ellos están muertos, Joly, Grantaire, Combeferre, todos.—lo abracé con fuerza y tome su mano derecha, que aún tenía rastros de sangre y tierra, y se la bese.
—Hiciste lo correcto, Cour, no podías salvar a todos.
—Enjolras quería morir allí, según él, como era el líder debía ser el primero en caer. Cuando perdimos el control y ellos avanzaron, él me pidió que no lo salvara, que lo dejara allí, pero luego pense en ti, la promesa que te hice y no podía dejarlo.—las lágrimas caían con rapidez de sus ojos y el simple intento de limpiarlas era inútil.
—No es tu culpa, no te culpes, salvaste a todos los que pudiste.—nos encontrábamos sentados junto a el cuerpo cansado de Alphonse, quién nos sacó de nuestra conversación de forma repentina, se encontraba convulsionando. Llamé con desesperación a Bastian, quién llegó y de inmediato lo bajó de la cama al suelo. Cuando se hubo calmado, lo puso de lado para que pudiera respirar y lo analizo por unos minutos. Se puso de pie y observé la mirada preocupada que tenía.
—Está noche es decisiva, si la supera significa que tiene la fuerza para seguir, y si no la supera...—cerré mis ojos lentamente y Cour me abrazó por la espalda, agradecía tener a un amigo comprensivo y cariñoso como él en estos momentos.
Me sentía asustada, era obvio. Enjolras había vuelto a descansar y yo sostenía su mano, sintiendo un par de apretones de vez en cuando, causados por las pesadillas que, sin duda, estaba sufriendo.
—Ya le envié una carta a nuestro padre, vendrá en camino y espero que llegue lo más rápido posible.
—¿Qué probabilidad hay...?
—Te hablaré con la verdad porque lo mereces, Brianna, son bajas, casi nulas—suspire pesadamente y sentí a mi esposo apretando mi mano, lo sentí como una señal de que estaba junto a mí en todo momento.—, debemos estar juntos, Brianna, no podemos separarnos como lo hicimos antes, somos todo lo que tenemos.
—¿Qué hay de Fleur?—su entrecejo se tensó y supusé que nada bueno estaba sucediendo.
—Cuando me fui, ella estaba con las comadronas, a punto de empezar el labor de parto.
—¡Bastian!, eso es maravilloso... deberías estar con ella, no aquí.
—Lo sé, pero aquí me necesitan, ella tiene a sus parteras, aquí solo tienen a un estudiante de medicina.—soltó una risa nasal y una sonrisa ladeada se formó en sus labios, sabía bien que se sentía mal por no poder estar ahí, pero también sabía que aquí lo necesitabamos.
Cuando mi esposo despertó otra vez, le preparé una sopa y se la di con una cuchara.
—¿Enviaste a Madame Mannon a su casa?
—¿Cómo sabes?
—Es obvio que esta sopa la hiciste tú.—abrí la boca, indignada y le golpeé el brazo derecho, a lo que hizo una mueca de dolor auténtico. Me sentí algo contenta al saber que era el Enjolras de siempre, aunque más herido física y mentalmente.
—Ni siquiera moribundo dejas de molestarme por no saber cocinar.
—Ya no estoy moribundo, digamos que estoy un poco más vívido
—Si tú lo dices...
—¿Cómo está Alphonse?—el fantasma de mi risa se oscureció y él lo notó con facilidad.
—No lo sé, está noche decidirá bastantes cosas.—me acerqué a la ventana para observar la luna, esa misma luna sería la que decidiría mi futuro, ese hoyo de luz en la oscuridad decidiría el futuro de mi esposo, y, aún más importante, esa fulgurante luna acompañada de cientos de estrellas decidiría si mi hermano me acompañaría otra noche más o si pasaría a ser flores marchitas.

*
Holaaa, durante esta semana voy a seguir subiendo capítulos para compensar la falta estas últimas semanas. Estuve de vacaciones y me relajé demasiado.
Ademásss, quiero avisarles de algo que me pone muy contenta y que todavía estoy puliendo, estoy escribiendo un fanfiction de Finnick Odair.
Me complace anunciarles:
“Dancing With Our Hands Tied—Finnick Odair“
Va a estar disponible el 29 de febrero, mismo día en el que voy a estar dando el capítulo final de “This Love”, que va a ser un epílogo de veinte años después. Gracias por el apoyo que le dieron a esto y les agradecería mucho, si les gustan Los Juegos del Hambre y si les gusta Finnick Odair, que vayan a darle amor a mi nuevo fanfic cuando se estrene.
Nos vemoss y muchas gracias💘😭

𝘛𝘏𝘐𝘚 𝘓𝘖𝘝𝘌 - EnjolrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora