Thais es la trilliza de Artemisa y Apolo, hija de Zeus y Leto. Diosa de los Astros, de los héroes, la fertilidad, las estrellas (constelaciones), protectora de los niños, de la magia.
Bendecida por su prima, Hécate, por su tía, Asteria, y por Caos...
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Están todos los dioses hablando de cosas sin sentido cuando en medio de la sala aparece una enorme pantalla dando una cuenta atrás desde un punto del mundo mortal.
— ¿Qué es esto, Hefesto? — preguntó el rey de los dioses.
— No lo sé, Padre — por supuesto que lo sabía, pero no quería decir nada.
Thais imaginando que sería una trampa del dios herrero hacia su esposa y Ares, se colocó mejor en su trono para ver la escena más cómoda.
Sin embargo cuando la pantalla enfocó a su hija y al niño de Poseidón en una barquita en un parque de atracciones yendo a gran velocidad por un túnel con figuras de corazones y cupidos, se colocó firme en su trono mirando seriamente la escena, no sin antes lanzarle una advertencia a Hefesto, que se achicó en su asiento.
— Como le pase algo a mi hija, Hefesto, te aseguro que destruiré todas tus fraguas junto a sus cíclopes.
Su tono de voz les puso los pelos de punta a los demás.
Odele tenía todavía algunas arañas muertas en su pelo y ropa, lo que mandó escalofríos al cuerpo de la diosa de la sabiduría.
Se podía ver las puertas de lejos...y estaban cerradas, por la velocidad en la que iba la barca se estrellarian contra estas.
" ¡QUÍTATE EL CINTURÓN! " le gritó el hijo de Poseidón a Odele, que lo miró incrédula.
— ¡¿Cómo que se quite el cinturón?! — exclamó Thais viendo con horror la pantalla.
" ¡¿ESTAS LOCO!? " gritó asustada la chica.
" ¡AMENOS QUE QUIERAS MORIR APLASTADA, TIENES QUE CONFIAR EN MI! "
"¡CONFIO EN TI, IMBÉCIL!" le confesó agarrando la mano que le daba el chico.
— Mi niña se va a estampar contra esas puertas del demonio, Apolo — lloriquea en el hombro del dios, que la abrazó por los hombros.
— Ya veras que no — le dio un beso en la frente y siguieron mirando.
" TENEMOS QUE SALTAR " dijo Percy.
Odele pareció captar la idea del chico, que era demente pero quizá funcionaria.
" YO DOY LA SEÑAL " continuó gritando el chico.
— ¡No! — exclamaron todos los dioses, incluido Poseidón.
" ¡NO! " negó la chica pelinegra "¡YO LO HAGO! "
" ¡PERO....!" fue interrumpido por ella.
" HE DICHO QUE LO HAGO YO "
"¡VALE! " se rindió.
Se vió como la chica veía atentamente las puertas y cuando quedaban unos pocos metros dio la señal.
