capítulo cinco: los ojos no mienten

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amanda muñoz ‹𝟹 la pool party es entera bacán, aun no llegamos todos pero ya hay buena música, no hay rastro de la isabel por lo que disfruto con la cata y la vale la fiesta

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amanda muñoz ‹𝟹
la pool party es entera bacán, aun no llegamos todos pero ya hay buena música, no hay rastro de la isabel por lo que disfruto con la cata y la vale la fiesta.
no hay rastro del loco con el que me comí por lo que se que ni debe ser del curso, que relajante es esto.
aunque sigo pensando en la wea que me mando el agustin, sera de picao o de verdad el se la comió? y si fue solo esa vez? o tenían una relación.
cuanto tiempo me habrán visto la cara este par de hueones.

— odio a los hombres .—digo—.
y justo llega la cata con mojitos, por lo que lo agradezco me urge olvidar todos mis problemas.
cuando estoy terminando mi sorbito al mojito, casi me atraganto, el loco con el que me comí esta entrando a la piscina, y ahí es cuando por fin me doy cuenta que SI es del liceo, y que es de el otro curso.
por lo que, si ese weon llega a saber quien soy, estoy frita.

— estai bien? —dice la cata— te pusiste entera palida, oye yo se capas los pedi muy fuertes...a veces se me pasa la mano y me explico mal así que disculp...—la interrumpo—.

—estoy bien, no es como que el loco que me comi anoche resulto ser compañero de ustedes dos .—digo rápido y la vale se atraganta con el mojito y se pone a sapear a quienes entraron—.

— el matias o el martín? —dice la vale y yo pongo cara de, no me acuerdo del nombre—.

— no se, es uno de pelo como rubio y ojos circulares asi como mas ovalados que achinados .—explico, y ahí es cuando recuerdo un dato, un apellido— lara, dijo algo de lara...

—es el martín lara entonce! —dice y me sonríe y con la cata chocan las manos—.

— apuntaste alto amiga, nadie del curso se lo ha logrado comer, ay me encanto, eri mi idola —dice la cata—.

no estoy entendiendo nada, que? la primera que se come? de que chucha están hablando.

— pero si aqui esta la desorienta habitaciones .—dice una voz atrás mio, y cuando me volteo, mis peores pesadillas se hacen realidad—.

se acerco hacia mi, pero menciono solo lo de la habitación, que raro ¿no?

— eem ¿qué? —digo y lo miro mal, para después agarrarlo de brazo y llevarlo lejos conmigo—.

— pero que te pasa chica desorientada, tienes vergüenza de que tus amigas sepan que te metiste entre mis sabanas anoche? —dice con un tono de broma—.

— ¡yo no me meti entre tus...! —me tapa la boca para que no grite—.

— shh, no querrás que todos sepan que martín lara cedio ante a una chica, no dañes mi reputación porfavor .—dice y se lleva una mano al pecho—.

¿con quien chucha me comi anoche, si es un esquizo...?
nada que ver con mi personalidad coquete.

— solo sabes que anoche entre a tu habitación entonces? —pregunto con nervios—.

labios con sabor a cerezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora