𝐓𝐔𝐒 𝐎𝐉𝐎𝐒; 𝗺𝗮𝘁𝗶𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗰𝗮𝗹𝘁

𝟎𝟗

―AMOR DESPERTATE.―Lara lo empezó a mover suavemente.―Dale que tenemos que ir con tus papás, me dijeron que nos estaban esperando en el restaurante.

Al escuchar eso, Mati abrió los ojos y sonrió al ver a su hermosa novia.―Hola preciosa, ahora ya me preparo y vamos.

Lara asistió y comenzó a acomodar un poco la pieza de su novio, empezó por la cama y luego con el escritorio. En el habían muchas cosas tiradas; Ropa, papeles y plata. En medio de todo ese despelote había algo que brillaba.
La sacó de ahí y como pudo la desenredó, era un collar precioso, parecía tener sus años pero aún conservaba el brillo.
La cadenita tenía un pequeño corazón partido a la mitad, así que definitivamente la compartía con alguien.

―¡Mati!.―Decidió preguntarle por ese objeto.―Veni un segundo por favor.

El chico fue, recién acababa de bañarse y se encontraba con una toalla en la cintura y el pelo mojado.―¿Que paso ahora amor?.

―¿Que es esta cadenita preciosa?.―Se la mostró.―La encontré tirada y enredada en medio de todo el quilombo que tenes.

Matias la agarró y levantó los hombros.―La compartía con una piba pero ya fue.―La tiro de vuelta al escritorio.―Déjala ahí, total no molesta.

Lara suspiró y se retiró de la habitación. No sabía que había pasado entre su novio y Alba, tampoco le quería preguntar.
Necesitaba que el este listo para contarle; Igualmente lo había estado notando demasiado raro este último tiempo, no sabía porque pero sentía que algo no iba bien en su relación.

Mientras tanto, Mati pensaba que mierda iba a hacer con esa cadenita. La tuvo puesta durante 12 años, nunca se la sacó hasta hace unos pocos días. Estaba muy enojado con Alba, odiaba saber que no lo busco nunca para arreglar las cosas, si ella no tenía ganas de volver a la amistad que tenían antes, el menos.

Bajó las escaleras y rápidamente tomó las llaves del auto, Lara lo miró confundida.―Pero Matu estamos cerquita, vamos caminando.

―No quiero caminar Lara, vamos al auto.―Y ahí volvían los cambios de humor repentinos por parte de Matias, ella ya se había acostumbrado a que su novio pudiera tener 4 actitudes distintas en menos de 30 minutos, por lo tanto lo único que hizo fue rodar los ojos y seguirlo.

El viaje fue silencioso, gracias a dios era corto; Sería infernal tener un viaje largo con Matias de mal humor. Él parecía pensativo, como si en todo momento estuviera buscando la respuesta de algo. Y era así, el chico estaba recordando que dentro de poco ella ya cumplía 18, se acordó de la lista que habían hecho cuando cumplieron 9 años, planearon toda una fiesta para celebrar que ambos tendrían la mayoría de edad.

Obviamente ese plan ya estaba arruinado, ni siquiera sabía si le iba a desear un feliz cumpleaños, si ella seguía sin buscarlo el no se iba a tomar el tiempo de llamarla, y mucho menos visitarla. Cuando menos se lo espero, ya habían llegado.