29 - 嘘

310 35 0
                                    

mentiras...

—¡Ann!— Felix llamó su nombre pero la chica no se giró a verlo.— ¡Ann! ¡Detente!

La siguió fuera del apartamento y por el pasillo, hasta la puerta del elevador donde Ann presionaba desesperadamente el botón como si eso fuera a hacer que el ascensor llegara más rápido.

—Ann...— Felix llegó hasta ella y agarró su muñeca, haciéndola dejar de torturar el inocente botón. Ella lo miró, aun llorando. Felix tenía los labios húmedos e hinchados, el cabello despeinado e incluso su ropa estaba desarreglada. Verlo así le revolvió el estómago. Aun no podía creer lo que acababa de ver.

—¡Suéltame!— quitó su mano con un gesto brusco.— ¿Qué está mal contigo?

—¿A qué viniste, Ann?— Felix se pasó una mano por el cabello y respiró profundo, aunando paciencia.

—¿Quién es ese tipo, Felix? ¿Qué estabas haciendo con él?— aun cuando las lágrimas seguían corriendo por su rostro, Ann había encontrado la fuerza para hablar, porque la impresión que inicialmente había tenido, ahora se estaba convirtiendo en enojo, y la expresión totalmente despreocupada de Felix estaba contribuyendo bastante a que eso sucediera.

—Creo que eso era bastante obvio.— Felix cruzó sus brazos sobre su pecho.

—¿Fue por eso entonces? ¿Por eso me dejaste?— inquirió Ann, alterándose cada vez más.

—Cuando rompí contigo, Ann, traté de dejarte bien en claro cuál fue la razón.— Felix habló suavemente, tratando de mantener la situación bajo control.

—¡Una razón de mierda! ¡Nunca entendí tus razones! Aunque creo que ahora están más que claras. ¡Tenía que haberlo sabido! ¡Era jodidamente obvio!— Ann se secó el rostro, ya estaba poniéndose histérica y para colmo el bendito ascensor no llegaba.

—¿De qué estás hablando?— Felix frunció el ceño.

—No jodas, Felix. No te hagas el bobo. ¿Jisung? ¿Tu mejor amigo? Por favor... ¿Me dejaste porque te aburriste de mí? ¿En serio? ¡Todo eso es pura mierda, Felix! ¡Siempre fuiste gay y nunca tuviste las bolas para decírmelo! ¡Me usaste!

—No hables cosas que no son, Ann.

—¡Tengo razón y lo sabes!

—¡No la tienes!— Felix le gritó de repente, haciendo que Ann se encogiera un poco en su sitio.— ¡Deja de hablar lo que te viene a la mente! ¡Si me cansé de ti fue porque eres una egoísta arrogante que solo piensa en sí misma!

—¡Pero no por eso tienes que dejarme por un hombre!

—¡No te dejé por un hombre! ¡Te dejé porque tú solo te amas a ti misma! ¡Yo te amé en serio! ¡De verdad lo hice...! Pero me cansé... no quise lastimarte, pero veo que las cosas tengo que decírtelas como son.

—Eso no es verdad...— Ann volvió a sollozar.— Yo si te amaba... te amo... pero tú...

—Tú no me amas. Solo estás acostumbrada a estar conmigo. Acostumbrada a tener un novio que siempre cumpla tus caprichos y al que puedas lucir como un bolso de marca. Solo me querías para colgarte de mi brazo y burlarte de tus amigas que no tenían novio.

—Eso no es cierto, Felix.

—Sabes que sí. No te engañes a ti misma diciéndote que eres una buena persona.

—Pues entonces tú no eres mejor que yo.

—¿Por qué?

—¿Tengo que repetírtelo?— estiró una mano hasta él y limpió sus labios húmedos usando su pulgar. Con fuerza, casi con rabia.— Dejándote tocar así por otro hombre.— su ceño se frunció.— Dejando que tus labios se pongan así con sus besos... Eres un anormal, un enfermo. Igual que Jisung, igual que el otro chico...— limpió su mano en la ropa de Felix.

White Thrill - MinlixWhere stories live. Discover now