Capítulo 25

1.3K 177 112
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

GRACE

Existe un dicho muy famoso que cada año confirmo que es más y más cierto. Un dicho que me produce malestar y un tantito de envidia. «Contacto supera currículum» lo que en otras palabras podría traducirse a no importa qué tan bueno seas en tu trabajo, qué tan inteligente o cuán formado estés, siempre tendrá ventaja aquel que conoce al dueño, al jefe o al primo hermano del CEO. Y por todos los cielos, sé que no estoy compitiendo por un trabajo, pero me deja con la boca abierta la cantidad de contactos que tiene el instituto y la facilidad con la que te puedes comunicar con un importante agente literario si solo dices el nombre correcto.

No voy a mentir, me he anotado algunos números importantes para el día que tenga mi propia librería y juro que no me molestará ser una chupa medias de primera con los agentes el día de mañana si con eso consigo que mis autores favoritos asistan a una firma de libros organizada por mí. Resulta que las canastas de dulces, flores, frutas, quesos o lo que sea, ayudan bastante a captar su atención y llevando solo dos días organizando la feria, hemos recibido algunas confirmaciones que me dejan con la boca abierta.

Tony tiene sus propios contactos, lo que es asombroso, y yo puedo decir que tengo salud. O algo así.

—Deja de mirarme de esa manera—se queja mientras hacemos horas extras en la biblioteca—, ya te dije que lo conocí por casualidad.

—¿Mirarte cómo?

—Como si estuvieras planeando robar mi identidad.

—T. Murphy —repito por décimo quinta vez como si decirlo más veces cambiara la realidad—. Eres amigo de T. Murphy.

Blanquea los ojos y vuelve su atención a su agenda donde ha ido anotando nuestro avance. Tenemos una bolsa de papas fritas, unos refrescos y unas uvas con nosotros en la salita de la biblioteca. Hemos estado aquí por veinte minutos, si no es que más, y ya quiero irme a casa. Sin embargo, me recuerdo que este proyecto es bueno, no solo para mí, sino también para los estudiantes. Claro, los dólares extras a fin de mes también son un incentivo que me mantiene activa y concentrada.

—No es como si fuéramos íntimos —se defiende escarbando por una fritura—, solo conversamos de vez en cuando por mensaje.

—Y fueron a tomar una cerveza en las vacaciones.

De un encuentro y otros cuentosWhere stories live. Discover now