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Era un día encantador, o así lo describiría la señorita Rarity. La cual se encontraba en su último segundo año de universidad, a pesar de los rogos y lo mucho que añoraba estudiar diseño de modas, sus padres la obligaron a estudiar diseño de interiores. Justificandolo con que su hija ganaría más dinero así que en algo que podría fracasar.

A la universitaria le molestaba tanto su familia y el hecho de que tomen todas las desiciones de su futuro por ella que tuvo que mudarse terminando su primer año en la universidad "Canterlot".

Mamá dice que te extraña, ¿de verdad no vendrás este fin de semana?—Pregunta con cierto tono de tristeza la joven adolescente.

—Lo siento, Sweetie belle. Tengo muchos trabajos últimamente, ya sabes, cosas de la universidad. —Se excusó la peliazul oscuro.

Está bien, entonces hablamos después. Cuídate, Rarity.

—Tú igual, Sweetie. —Dijo para finalmente cortar la llamada con su hermana menor.

Si Rarity era sincera, el único miembro de su familia que se merecía su encantador amor y cariño era su hermanita, Sweetie belle. Apenas era una adolescente de quince años, pero pea Rarity tenía mejor desarrollado el cerebro de que los demás.

Ella no era de fijarse en alguien, nunca lo hizo.

Pero ¿Por qué esa rubia llamó su atención?

¿Por qué alguien que apenas la miraba acababa de robar su corazón?

Una y mil veces... su corazón latía cada vez que AppleJack aparecía.

Y mil veces más. [RariJack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora