02- ¿Applejack?

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La peliazul con tonos morados abrió los ojos con dificultad, al entrar la luz por estos le dió un fuerte dolor de cabeza. Intentó sentarse, se encontraba en una habitación desconocida en una cama ajena.

Se preguntaba internatamente con terror si acaso se había acostado con alguien por los efectos del alcohol, estaba por levantarse completamente cuando sintió un aire entre sus piernas.

"No puede ser..."

Al quitar la manta que la cubría, se dió cuenta de que era verdad. Rarity no traía su vestido y de hecho, sólo tenía su ropa interior y una camisa de cuadros.

—Veo que despertaste. —Interrumpió sus pensamientos la rubia campirana que Rarity recordó haber conocido la noche anterior. —¿No te duele la cabeza o algo? —Preguntó mientras caminaba hasta esa cama, lo cuál hizo a la contraria cubrir todo su cuerpo con la manta.

—¡No te acérques más! —Exclamó la peliazul molesta. Lo cual hizo a la rubia mirarla confundida. —¡Sabías que estaba borracha y aún así te acostaste conmigo! ¿Crees que eso estuvo bien?—Esto último hizo reír a la rubia como si no hubiera un mañana. La peliazul la miró con indiferencia.

—Yo no me acosté contigo. —Declaró la joven de pecas, Rarity pensaba deducir algo y entonces la rubia volvió a hablar. —Y tampoco Rainbow Dash. Anoche después de que cayeras, regañé a Rainbow y me ayudó a traerte a mi casa. La mandé a la fiesta a buscar a alguien que conocieras pero ninguna conoce a tus amigas, así que decidimos dejarte aquí para que descanses. —Rarity escuchó atenta, aunque un tanto dudosa.

—¿Y por qué no tengo mi vestido?—Preguntó, no tan convencida de la historia que le acababa de contar.

—Porque anoche al traerte aquí despertaste por unos momentos y dijiste muchas cosas... después vomitaste en tu vestido y en mi sala así que tuve que cambiarte. —Confesó segura de lo que decía.

Rarity se convenció de que decía la verdad, no era la primera vez que le pasaba. Después de pensarlo unos segundos, se sonrojó.

—Entonces... ¿Tú me cambiaste? —Su contraria asintió.

—Ya te lo conté todo. Yo tengo que irme a ver la granja, cuando te sientas mejor puedes irte, hay desayuno abajo. —Rarity asintió, un tanto desconcertada.

La rubia se retiró completamente de la casa. Después de unos minutos más Rarity decidió bajar, era una casa sencilla con la mayoría de muebles de madera de alta calidad, se notaba que la rubia no pasaba mucho tiempo en ella, pues no tenia muchas cosas y el dormitorio estaba casi vacío.

Al llegar a la cocina se dió cuenta de que esa rubia si se había tomado la pequeña molestia de dejarle unos bocadillos y jugo de manzana.

Los comió cuidadosamente, y vaya... sí estaban deliciosos.

Rarity vió que en el patio trasero estaba colgado su vestido, aún mojado, al parecer había sido recién lavado y en la sala encontró su cartera con su billetera y la llave de su auto, la cual parecía que habian usado anoche por el ligero olor a alcohol que desprendía y perfume que ella no reconocía.
No quedó mucho tiempo en el lugar, poco después caminó hasta afuera, podía ver la granja no muy lejos y el local en donde fue la fiesta de anoche, a un lado de la casa estaba su auto, el cual se alegró de ver. Pensó en que seguramente una de las chicas conducio su auto hasta aquella casa.

Condució hasta su casa, la cual no quedaba muy lejos del lugar. Al prender su teléfono se dió cuenta que tenía más de tres llamadas perdidas de su amiga Sugar Belle.

—¿Hola? —Dijo al marcar al número.

¡Rarity, me asustaste! ¿Dónde estás? —Preguntó con preocupación su amiga.

—Ya estoy en mi casa, luego te contaré lo que pasó ¿Y tú dónde estás o estabas anoche? —Preguntó recordando el repentino abandono de su amiga en aquella fiesta.

Perdóname por lo de anoche... —Suspiró. —Estaba con Big Mac y de hecho aún estoy con él en su granja. —Mencionó notablemente contenta, pronto se escuchó una discusión y la puerta siendo cerrada.

—¿Pasa algo?—Pregunta al escuchar ciertos ruidos.

Tengo que colgar... su hermana está aquí y no parece muy contenta con verme... —Dijo antes de colgar, mientras de fondo se escuchaban gritos de insultos a su amiga.

Rarity no pudo soportarlo, iría a sacar ella misma a su amiga de ahí. Recordó la última vez que Sugar Belle convivió con la hermana de Big Mac, su joven amiga había llegado llorando a la casa de la peliazul e incluso tuvo miedo de encontrarse con la chica que siempre que podía la trataba mal. No solo eso, sino que tuvo que romper con Big Mac por un tiempo debido a ese tema, lo cual no duró mucho pues los latidos de ambos eran más fuertes que los insultos de la hermana.

No pensó mucho antes de entrar a quella granja, tal vez se encontraría con la rubia que apenas conocía, aprovecharía esta oportunidad.

—¡Sólo vete, Sugar Belle! Ya sabes que aquí no eres bienvenida.

—¡Ella es mi pareja y no dejaré que sigas tratándola así, yo la amo!

Rarity escuchaba gritos mientras entraba al lugar, ambas voces le eran conocidas. Y claro, cómo no.

Al entrar a la escena, vió tres cosas, tres personas.
Vió a una joven llorando, un joven abrazándola y la otra gritándoles mientras intentaba sacarlos del lugar.
La que no dejaba de derramar lágrimas era su amiga, Sugar Belle.
El que la abrazaba era su pareja, Big Mac.
Y la que les gritaba parecía ser su hermana...

—AppleJack. —Llamó con seriedad y enfado la peliazul.

Y mil veces más. [RariJack]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora