Capítulo 41

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Thiago

La última vez que intenté hablar con ella no contestó el teléfono, Entonces decidí que debía dejarla ir, debía dejar que se encontrará a ella misma. Sabía que tenía grietas en su corazón que debía de cerrar y si yo insistía, eso se le haría más difícil y no quería que siguiera sufriendo.

Aunque no puedo negar que después de dos años, no esperaba que la iba a encontrar de nuevo enamorada, porque lo estaba y lo notaba en el brillo de sus ojos. 

Cuando vi a Daniela corriendo a los brazos de su novio me molestó. Ella me había echado a un lado, había estado con otra persona y yo no. Yo no había conseguido esconder el dolor en el pecho que sentía por haberle hecho daño. 

Lo que más me había dolido era que mis amigos me habían convencido para venir y no me habían contado de que ella estaba saliendo con alguien porque seguramente sabían que no hubiera venido.

—Voy a buscar a mi hermana—declaré y me escapé del salón

Caminé hasta la cocina y encontré a mi hermana y Daniela hablando. Siendo honesto no sé muy bien que hacía aquí, pero sé que la quería recuperar. Quería que su voz susurrará mi nombre, quería sus besos en mis labios, sus caricias en mi piel y sus sonrisas que iluminaban mi corazón.

Pero ahora sabía que era muy difícil porque yo la había abandonado como un cobarde, yo me había alejado de ella y la había dejado sola cargando con todo el peso de sufrimiento, dolor, traiciones. Y juro que cada día que he pasado alejado de ella me he arrepentido, juro que no hay día que me odié por ello, pero ahora solo me queda cargar con la culpa.

Sin embargo, no puedo retroceder en el tiempo y arreglar todo en un instante. Pero sí tenía que luchar por ella lo haría, sí tenía que rogar, arrollidarme y pasarme todos los días insistiendo y mostrándole que estoy dispuesto a no dejarla ir nunca más y a pasar todos los días de mi vida junto a ella, lo haría.

—¿Te vas a quedar a ir quieto?—me preguntó bruscamente 

—No. Solo venía a buscar a mi hermana

Me acerqué donde ellas estaban y cogí a mi hermana en brazos.

Tu vas devoir faire un gros effort pour le récupérer parce que je veux rester ici (Vas a tener que hacer un gran esfuerzo para recuperarla porque yo quiero quedarme aquí)—me dijo mi hermana en francés para que Daniela no lo entendiera

—Las clases de francés funcionaron—aseguré sonriente

—Thiago, promételo

—Te lo prometo

Daniela frunció el ceño al no entender nada de lo que mi hermana me había dicho en francés y lo agradecía. Se separó de nosotros y caminó hacia la puerta de la cocina.

—Daniela, podemos hablar—le pedí

—No tengo nada de que hablar contigo—respondió 

—Por favor

—¡Dije que no!

Se fue de la cocina y me quedé yo solo con mi hermana. Ella resopló al ver que las cosas estaban demasiadas complicadas y siguió el camino que Daniela había hecho a volver al salón. Yo la seguí y me acerqué a Gabriel que era el único que aguantaría mi estado de ánimo ahora mismo.

—¿Y bien?—me preguntó

—Todo mal. Ni una sola palabra pude soltar

—Se te complica el trabajo

—No te preocupes. Seguro que mi hermana le hace cambiar de opinión

Daniela se pasó la mitad del tiempo al lado de su novio, ya que estaba enfadada con todos menos mi hermana. Daniela me miraba desconfiada y un momento después empezó a avanzar hasta a mí con su novio.

Corazones en llamas ©Où les histoires vivent. Découvrez maintenant