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Tres meses habían pasado ya, Taemin tenía un vientre muy grande y pronto llegaría el día tan esperado para los emperadores, los cachorros que fueron salvados del reino Camelot ya tenían una dulce familia, afortunadamente encontraron a los omegas adecuados para esos cachorritos. Por otro lado Minho seguían teniendo de prisioneros a Jongin y a los padres de Taemin , no sabía cómo seguir torturandolos.

- Cariño... Hoy es la última vez que bajo al calabozo a ver a ya sabes quién  - confesó

- ¿Siguen vivos? - Minho asintió - Pensé que ya se habían muerto

Minho sujeto la mano del castaño - Los estuve torturando... Ellos desean la muerte como no te imaginas, los quiero hacer sufrir más pero es un fastidio tener que bajar todas las noches con ellos

- Qué alguien más lo haga por tí - habló mientras se acurrucaba en el pecho del pelinegro

- ¿No quieres verlos? - cuestionó

Taemin negó - No quiero levantarme de la cama, mi vientre pesa mucho

El alfa acarició el vientre, sintiendo como el cachorro se movía - Es tan lindo, ¿También se emociona así con otras personas?

- No, solo se mueve mucho cuando lo tocas tú o yo - respondió

- Mmmh solo espero no sea muy apegado a tí, suficiente tengo con bam - comento con una sonrisa burlesca

- Bam es así porque tú lo educaste así - respondió simple

Minho hizo un pequeño mohín mientras se acurrucaba en el pecho del castaño, le gustaba estar de esa manera con su omega y poder oler el aroma de fresa y leche que desprendía.

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- Cariño, respira profundo... - pidió mientras sentía su mano doler, su omega estaba tomando su mano con mucha fuerza

- Duele, duele mucho - se quejo mientras lloraba

- Dense prisa, rápido - ordenó Minho a la partera y su ayudante

La partera asintió con nervios - Su majestad cuando vuelva a sentir otra contracción, puje fuerte, por favor - pidió

El Omega asintió, su frente estaba sudorosa y sentía su parte baja doler mucho, sentía mucho dolor. Pujó con fuerza cuando sintió una contracción

- ¡Choi Minho! ¡Te odio! - grito

Minho tapó los pechos del omega con el camisón mojado que se le había resbalado a su esposo.

Soltó un suspiro de alivió cuando escuchó el lloriqueo de un bebé - ya pasó... Ya pasó todo - hablo Minho

- ¡Son dos! ¡Majestad puje un poco más! ¡Falta un cachorro! - exclamó

- ¡Todo es tu culpa, Choi! - se quejó antes de volver a pujar con fuerzas.

Momentos después escucho otro cachorro llorar, se sintió feliz mientras se sumergía en al tina llena de agua. Volteó a ver a su esposo quien sonreía feliz - Tráeme a mis cachorros... - ordenó

Minho soltó la mano del castaño y se acercó con algo de miedo a dónde estaban las betas calmando a sus cachorros

- ¿Qué son...? - cuestionó nervioso

- Son dos cachorros varones, su alteza -contesto con una sonrisa mientras cubría a los cachorros con una manta

- Señora, la emperatriz está muy débil - hablo la otra beta con mucha preocupación al ver a la emperatriz muy pálida y débil

- ¿Que le pasa? ¿Estará bien? - cuestionó con preocupación

La beta la dió a los cachorros al emperador y corrió hasta donde estaba la emperatriz, Minho trataba de tranquilizarse para no alterar a sus cachorros

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Minho estaba sentado en la puerta mientras estaba con un pequeño mohín, los guardias reales que pasaban por ahí solo observaban al emperador estar sentado ahí durante horas.

- ¿Por qué no entra? - cuestionó Karina parándose frente al alfa

- No puedo... Quiero pero no puedo - respondió con tristeza

Karina se sentó a lado del pelinegro - Debe ser muy difícil para usted...

Minho miro a la omega y sonrió levemente - ¿Crees que me gruña otra vez?

- No lo creo, en la noche siempre lo busca. Solo tiene miedo de que le pase algo a sus cachorros - dió unas leves palmaditas al pelinegro antes de levantarse

- Ya acabe con Kim y sus padres... Me he desecho de todo el peligro

- Inténtelo, le deseo mucha suerte - sonrió levemente antes de irse caminando

Minho soltó un suspiro antes de levantarse y abrir la puerta con delicadeza, inmediatamente el aroma a fresas y leche llegó a sus fosas nasales, sonrió con felicidad al ver como su esposo estaba en la cama dormido junto a sus dos cachorros en un nido que había hecho al día siguiente después del parto su omega.

- Taemin .. ¿Puedo entrar a tu nido? - cuestionó desde la puerta

Taemin se despertó al percibir un aroma diferentes al suyo y sus cachorros, sin pensarlo dos veces empezó a gruñir, provocando que Minho quisiera ir a darle muchos besitos.

- Taemin ... ¿Me dejas entrar? - pregunto con una sonrisa tímida

El omega sonrío levemente - Alfa... Ven, los cachorros necesitan nuestro calor.

- ¿Si puedo entrar? - pregunto con una sonrisa, acercarse a la cama

- Nuestros cachorros tienen frío, métete rápido - ordenó

Minho corrió hasta la cama, se quitó sus botas y su chaqueta, luego se metió al nido con mucho cuidado, sonrió al ver a sus cachorros de cerca, Taemin era muy territorial con sus cachorritos y solo los podía ver en las madrugadas de vez en cuando, se acurrucó en el nido mientras Taemin lo miraba con una sonrisa

- Taemin ¿De que color son los ojos de los cachorros? - pregunto con mucha curiosidad

- Son color miel... ¿Por qué? - soltó un pequeño bostezo

- Quería que tuvieran tus ojos azules - respondió con una sonrisa

- Se parecen a ti, conformate con eso - dijo Taemin antes de volver a dormirse

El Omega del emperador Choi **adaptación 2min**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora