Parte 2 Amazed

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Caminando por el pasillo junto todo su séquito se siente entumecido, no hay forma de que sea el frío, lleva más ropa encima de la que podría usar incluso en un día de invierno

Justo ahora se siente tonto por estar esculpiendo su cuerpo diariamente por el último año, no es que le disguste ejercitar, o que hubiera preferido descansar, pero definitivamente bajo tanta prenda ahora no debe notarse, puede que hasta luzca gordo

Nunca estuvo en el Templo Lunar y dada la circunstancia preferiría jamas haberlo pisado, erigido en medio de la zona neutral creía que debía ser pequeño e incluso discreto, oculto o casi secreto, pero el lugar era enorme o al menos lo parecía por el tiempo que llevaban caminando dentro. El bañarse comenzaba a carecer de sentido, pues de tardar más llegaría bañado en sudor entre tanta tela

El largo pasillo llegó a su fin y un leve murmullo de voces proviniendo del frente le alentó, hasta que llegaron al origen, la enorme sala llena de gradas con gente que se dividía en dos bandos. Pasmado trago saliva viendo a media aldea de un lado, todos sus amigos y conocidos estaban ahí aunque no había forma de que estuvieran felices, apenados y al borde de las lágrimas lo vieron avanzar hasta el centro

Mientras el séquito que lo acompañaba acomodo sus "obsequios" en orden, el conjunto de cofres y dádivas que cumplían parte de la promesa junto con él

Del otro lado extraños y amenazantes bárbaros lo observan, lo analizan con una seriedad y molestia palpables, su expresión de desagrado o casi asco por el dolor de los suyos le irritaron. Los gruesos guerreros del reino contiguo se agolpan al frente, empujándose unos a otros, demasiado divertidos con lo que pasará, sabe que esto es por el bien de su pueblo, de ambas tribus de hecho, pero no puede evitar sentir asco al ver a esos rechonchos y toscos hombres que parecen no conocer la limpieza

Incluso sus ropajes para la ocasión exhiben sus sobre trabajados cuerpos, tan macizos que es desagradable verlos, en especial cuando las oscuras marcas en sus cuerpos son expuestas tan morbosamente. Los asimétricos patrones se vislumbran hasta en los más jóvenes, porque si al igual que en su lado ellos han venido con sus mujeres y niños

— Esto no es un espectáculo —maldice entre dientes

Sin embargo, toda voz es detenida cuando la música empieza a sonar, arpas, flautas y campanillas intentan relajar el ambiente, él quisiera desprenderse de todo, aceptar su destino pero con el resonar de sus tambores y cantos tribales los otros le agitan, aterrando tanto a los suyos como a él

Todos miran al frente, cuando los bárbaros aúllan a la figura que sale, su bando guarda silencio atónitos ante esa blanca silueta

Es el blanco más intenso y puro que él ha visto, deja a todo el mármol a su alrededor opaco conforme avanza, suave y delicadamente, con tal sutileza que él se cuestiona si también trae la misma cantidad de tela sobre si, el nulo ondear de la falda parece confirmarlo, sin embargo, su figura es tan esbelta que le parece imposible imaginarse ahí a una de las toscas y rudas mujeres del enemigo

*Por centurias ambas tribus combatieron por el territorio, ganaban y perdían poder sobre el bosque que ahora comparten, ¿La solución? Ofrendas de paz, ambos bandos entregan producción y cosecha al contrario en signo de buena voluntad, también entregan un "hijo" (miembro de la tribu) en matrimonio, en un absurdo intento de hermanarse, pero como los matrimonio se dan con décadas de diferencia tardarían años en volverse una sola tribu, sanguineamente hablando*

Los sacerdotes sonríen pidiendo calma, y él no puede quitarle la vista de encima a la chica a su lado, el amplio vuelo de la pulcra falda lo fuerza a mantener su distancia, el rostro oculto bajo el ligero velo o los casi inmóviles dedos de sus estilizadas manos le intrigan, su rostro tampoco está muy descubierto pero el decoro de ella es excesivo. Nunca ha visto esta ceremonia así que no sabe si esto es normal, el matrimonio anterior fueron los Hammer, el viejo herrero y su esposa la hiladora

Él no recuerda mucho de ellos, de niño pocas veces los vio al jugar por la aldea, y entonces el señor Hammer le parecía enorme, era el más fornido y duro en la aldea, aunque también demasiado reservado, poco social incluso en las celebraciones. No recuerda haberlo visto sonreír y por eso pensaba que había sido infeliz viviendo en la aldea

Ahora se lo cuestionaba...





Ahora se lo cuestionaba

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Stay Together  ⚡ Fanfic Los Chicos del Barrio ⚡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora