Jungkook es un alfa que sufre de un lazo roto, más su pequeña bebé quien llora por la ausencia de su madre, él sabe las consecuencias y que el final de ambos se acerca. O quizá, el chico que les ayudó en aquel callejón cambie todo por completo.
🪡 A...
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Como siempre, jungkook discutiendo con su Omega, para él era tan doloroso verse en esa situación, no sabía que su vida se convertiría en aquel infierno, dolía, dolía tanto porque Iseul era a quien amaba y saber ahora que probablemente ella ya no lo hace, perfora en lo más profundo de su corazón.
— ¡No te pido mucho! Si no lo haces por mi, hazlo por tu hija, por favor — susurro lo último jungkook.
Era lo mismo de siempre...
— ¡No me interesa esa niña! Deja de insistir ¿Bien? Estoy harta de ti, de ella ¿No se cansan de joderme? ¡Déjame vivir mi vida! — Ella no era así, jamás gritaba y ahora... Ahora jungkook no sabía a quien tenía enfrente.
— Pero es tu hija, te necesita. No entiendo por qué cambiaste tanto, ahora somos una familia ¿Por qué no eres feliz a nuestro lado? — Ella solo lo ignoro y salió de la casa, como siempre lo hacía.
Jungkook escucho desde arriba el llanto de su pequeña bebé, así que decidió limpiar sus lágrimas e ir por la única razón del porqué seguía adelante.
— ¿Qué sucede pequeña Woo, estás triste porque mamá de ha ido?
La bebé sólo lo miro con aquellos ojos enormes y brillosos por las lágrimas y a jungkook le dolía aún más todo si se trataba de su hija.
Y mientras jungkook trataba de hacer un pequeño nido para que su bebé se sintiera protegida. Iseul de encontraba teniendo otro de los tantos encuentros sexuales que ha tenido con el chico que conoció hace meses al salir del hospital cuando nació su hija.
Ella sabe que jungkook es mucho mejor en tantos sentidos, pero estaba tan cansada de los llantos de "esa mocosa" como le decía ella, jungkook ya no le prestaba atención y ella necesitaba cumplir con sus necesidades carnales de las cuales culpa a su embarazo. Pero era obvio que no era eso, Iseul simplemente quería probar nuevas cosas.
— ¿Estás segura que no te quedas un rato más? Lo disfrutarás — Le dijo aquel hombre con una sonrisa coqueta, bueno ¿Quién era Iseul para negarse?
Y quizá el deseo fue tan grande que incluso permitió que una nueva marca en su cuello reemplazara la que Jungkook le había hecho tiempo atrás...
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