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🧁 ̲͞𝐂𝐇𝐎𝐂𝐎-𝐋𝐎𝐕𝐄 ☆ _________
⏜ 𝔻𝐀𝐙𝐀𝐓𝕊𝕌 - 𝐂𝐇𝐔𝕌𝔸𝕂𝐔 𔗂
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ִֶָ🍫 𖧧 ── 𝐎𝗇𝗅𝗒 𝐁𝐒𝐃
ۭ 🍒 ⃞͇ ࣭࣪╈̷̸̳࣭࣪ (0/5) ۭ ̱
Su cabello albino revoloteaba salvajemente mientras se desplazaba a toda velocidad por los pasillos de la escuela, robándose miradas curiosas y cariñosas de algunos estudiantes que se cruzaban con él.
Atsushi Nakajima, catalogado cómo el chico más lindo del instituto Uzumaki, corría desesperado buscando a Ryunosoke Akutagawa: su mejor amigo, igual de lindo que él pero con una personalidad muy frívola. Cuando finalmente ubicó la presencia de Akutagawa en uno de los salones, Nakajima de inmediato se abalanzó hacia él.
──── ¡¡Ryunosokeeee!! ──── Nakajima gritó, entre lágrimas y sollozos se aferró al cuerpo del chico.
──── ¡PERO-! ¡¿Qué te pasa?! ¡No te me tires así! ──── Exclamó Akutagawa, empujando al contrario para liberarse de su agarre. ──── ¡Y tampoco me grites-!
──── ¡Catorce de febrero!
──── ¿Qué?
──── ¡Chocolates!
──── ¿De qué hablas?
──── ¡¡San Valentín!!
──── ¿Eh?
──── ¡¡EN UNA SEMANA!!
──── ¿Ah...? ──── Cuándo el cerebro de Akutagawa pareció que por fin logró comprender las palabras de Atsushi, la expresión rígida de su rostro cambió a una más sorprendida. ──── ¿Ya estamos en febrero...?
Atsushi asintió repetidas veces. ──── ¡San Valentín se acerca y no hemos hecho nada de nada!
──── ... ¿Y qué quieres que hagamos? ──── Aún que al principio pareció mostrarse afectado por la noticia, pronto no tardó en recuperar su típica personalidad arisca y bruta.
──── ¡Pues que tenemos que hacer chocolates antes de San Valentín! ¿Entiendes? ──── Atsushi colocó sus manos sobre los hombres de Ryunosoke y los presionó. ──── ¡CHO-CO-LA-TES!
──── ¡No te me acerques tanto! ──── Nuevamente lo volvió a empujar. ──── Y a mí esas cosas de hacer chocolatitos para San Valentín no me interesan, hazlo tú si quieres pero a mí no me metas en esto. Además, ¿para qué quieres hacer chocolates? Seguro que te darán un montón aquí también cómo cuando estábamos en primaria.
──── ¡Es nuestro primer año de San Valentín en esta escuela!
──── ¿Y qué?
──── ¡Que si este año no le das un chocolate a Chuuya-san te lo van a quitar!
──── ¡¿Disculpa?! ──── Esas palabras inesperadas de Atsushi lo hicieron enrojecer, no sabía si de vergüenza o de rabia. ──── ¡¿Qué estás insinuando?!
──── A ti te gusta Chuuya-san, ¿cierto? ¡Pues éste podría ser su primer año juntos celebrando San Valentín si le das un chocolate!
──── ¡¿PERO QUÉ ESTÁS DICIENDO?! ¡A mí Chuuya-san no...! ¡É-él y yo no...! Él n-no m-me... ──── Al principio intentó negar las afirmaciones de Atsushi, pero le resultó imposible. Su boca podía ser agresiva, pero su corazón también era honesto.
Akutagawa nunca confesaría sus sentimientos por Chuuya Nakahara: uno de los chicos más rebeldes y problemáticos del instituto y que por alguna razón se sentía atraído por él. Chuuya le gustaba, lo adoraba en cada centímetro, pero por culpa de su propia personalidad reservada y violenta que le impide expresar sus emociones es que nunca ha podido acercarse a él de forma más íntima.
Sus propios pensamientos caóticos lo hicieron reflexionar. Se negaba darle la razón a Atsushi, pero lo que decía ese niño tonto tal vez podía ser verdad: éste era su primer San Valentín junto a Chuuya, y aún que la temática romántica de esta fecha sobre entregar chocolates a la persona que amas para expresar tu cariño le parecía ridícula, tampoco podía permitir que alguien más viniera y le arrebatara al chico que ama. Además, quién sabe, gracias al chocolate puede ser que consiga acercarse más a Chuuya.
Lo estaba reconsiderando.
──── ¿Cómo es qué...? Agh. ──── Los nervios le dificultaban hablar adecuadamente. ──── ¿De dónde sacaste eso de que Chuuya-san...? D-de que C-Chuuya-san... De q-que Chuuya-san m-me gus... ──── A medida que intentaba aclarar lo que quería comunicar, por la vergüenza su cara se ponía cada vez más roja.
──── ¿De qué Chuuya-san te gusta? ──── Ladeó confuso su cabeza.
──── ¡¡No lo digas de esa forma o te mataré!! ──── Protestó rabioso y bochornoso. ──── Tsk... cómo sea. Dijiste qué querías hacer chocolates, ¿no? Bien, dime que planeas.
La mirada de Atsushi brilló de emoción y una enorme sonrisa surcó en su rostro. ──── ¡¿Entonces si aceptas hacer chocolates conmigo y tú le entregarás uno a Chuuya-san?!
──── Vuelve a mencionar algo de más Chuuya-san y te patearé la cabeza.
──── ¡Gracias, gracias, gracias! ¡Muchísimas gracias, Ryu! ──── Recitó con alegría el albino, atrapando entre sus brazos el cuerpo delgado.
──── ¡Te dije que no te me tires así! ──── Contestó Akutagawa, intentando apartar al contrario de su agarre.
──── ¿Qué te parece si esta tarde después de clases nos reunimos en mi casa y hacemos los chocolates? ¡Nos servirá para practicar-! Ah, no, espera... ──── El entusiasmo de Atsushi pareció desaparecer y su rostro se afligió. ──── Recordé que esta tarde mis papás estarán muy ocupados con la cafetería, no sé si podamos quedarnos en mi casa.
──── Entonces ven a la mía.
──── ¿Eh? ¿En serio?
──── Mis papás están de viaje y no creo que a mi hermana le importe que vengas. Si quieres, también puedes quedarte a dormir.
──── ¡Pues entonces está hecho! Ha pasado un tiempo desde que me quedé a dormir en tu casa, ¿verdad?
──── Eres muy molesto cuando duermes, no entiendo cómo puede existir alguien que sea tan irritable mientras está durmiendo.
──── ¡¿Ah?! ¡¿Y tú qué?! ¡Tú roncas mucho!
──── Por supuesto que no, yo no ronco.
──── ¡Si que lo haces, y pareces un cerdo!
──── ¡¿Cómo me llamaste?!
Ambos abandonaron el salón dónde se encontraban, entre empujones, gritos y hasta insultos. La amistad de estos dos podía ser muy peculiar, pero era una amistad inigualable que solo los dos podían entender.
San Valentín, la fecha del amor y el romance se estaba acercando, y dos ansiosos corazones serían los protagonistas de esta corta pero entretenida historia.
