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🧁 ̲͞𝐂𝐇𝐎𝐂𝐎-𝐋𝐎𝐕𝐄 ☆ _________
ۭ 🍒 ⃞͇ ࣭࣪╈̷̸̳࣭࣪ (1/5)
Las clases habían finalizado y, tal y cómo Atsushi había prometido, ahora mismo se dirigía hacia la casa de los Akutagawa con su mochila colgando sobre su espalda. En el interior había empacado su propia pijama, su cepillo de dientes y utensilios de cocina necesarios para preparar los chocolates, tal y cómo ellos dos habían planificado.
Finalmente llegó hasta el hogar de los Akutagawa; delante de la puerta presionó el timbre y esperó pacientemente a que alguien de la casa lo atendiera. Luego del transcurso de unos segundos, la puerta se abrió y por ella se asomó una figura femenina de largos cabellos oscuros a la que Atsushi de inmediato identificó cómo la hermana melliza de su amigo: Gin.
──── Oh, Atsushi-san, bienvenido. ──── La chica le sonrió dulcemente. ──── Que gusto me da verte. Nii-san me dijo que te quedarías esta noche, ¿no? Ha pasado un tiempo desde la última vez que te quedaste a dormir.
──── También me alegra verte, Gin-san; y si, la verdad es que se siente cómo si hubiese pasado mucho tiempo desde la última vez que me quedé a dormir en tu casa, a pesar de que nos vemos todo el tiempo de la escuela.
──── No te quedes ahí parado, entra.
Acatando las peticiones de la chica, Atsushi ingresó a la casa y se quedó en la entrada esperando a que Gin le trajera unas pantuflas. ──── Lamento mucho las molestias.
──── Oh, tú nunca molestas, Atsushi. Al contrario, siempre serás bienvenido aquí en casa. ──── Respondió la muchacha una vez que regresó con Atsushi y le cedió unas pantuflas blancas las cuáles el chico se colocó de inmediato. ──── Me sorprende cómo es que alguien tan tierno y amable cómo tú consiguió llevarse bien con alguien cómo mi hermano que es un perro rabioso.
──── Te estoy escuchando, ¿sabes? ──── Una nueva presencia se sumó a la conversación: era Ryunosoke. ──── Y no me digas perro rabioso.
──── Es verdad, un perro rabioso no haría chocolates para dárselos al chico que ama.
──── ¡Gin, vete! ──── Exclamó, corriendo hacia su hermana a la cuál comenzó a empujar para obligarla a que se fuera.
──── Awww nii-san, no tienes porque avergonzarte por estar enamorado. Es lindo que ames con tanta locura a Chuuya-san, seguro que él también te ama mucho. Me siento tan orgullosa de ti.
──── ¡QUE TE VAYAS! ──── Con un último y fuerte empujón consiguió alejar a su hermana, sintiéndose ligeramente aliviado, pero este sentimiento de alivio no duró mucho cuando percibió una mirada burlesca en su espalda. ──── Si dices algo te saco a patadas de mi casa.
