CAPITULO 15.

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MINI MARATÓN 3/3

Jareb.

Habían pasado 3 semanas desde navidad, ya era año nuevo y en cierta forma no podía estar más irritado por ello. Jakob desde que se declaró a Andy no me había dirigido la palabra y si me tenía que decir algo lo mandaba a Stef o Steve a decírmelo.

Me parecía una acción bastante inmadura.

En cambio yo había evitado hablar con Andy todo este tiempo.  No podía mirarla a los ojos sin sentir...

Ni siquiera lo sabía.

Solo no podía mirarla y ya.

Suspire al ver a Jenna mostrarme algunas anotaciones de las drogas que habíamos robado dos meses atrás con Jakob. Realmente había pasado más tiempo de lo que suponía que íbamos a tardar para matar a mi padre.

Y más tiempo estamos tardando para que Andy vuelva a su vida "normal" aunque luego de lo que me había confesado semanas atrás dudo que haya mucha diferencia entre su vida y la nuestra.

Solo pensaba en lo que me había dicho, ella se veía tan malditamente  triste al confesarme eso que no pude evitar querer abrazarla fuerte, a pesar de odiar el contacto físico.

-¿Comprendes?-pregunta jenna mirándome, yo asiento con la cabeza aún a pesar de no haber entendido nada. Eso no me preocupaba mucho, luego le preguntaría a Erick todo esto.

>>-¿Cómo esta ella?-pregunta refiriéndose a Andy, yo frunzo el ceño al oírla.

-No lo sé.-dije sincerándome, era extraño. Desde que había hablado con ella luego de que Charles la secuestrara no puedo dejar de hacerlo. De querer sentir la necesidad de contarle todo.

-¿No le has visto? pregunta.

Para ser honestos me molestaban las preguntas y lo único que sabía de Jenna en todo este tiempo que estuvo aquí, es que era muy preguntona.

-No.-dije seriamente tomando el cuaderno que ella aún me mostraba.-Me lo llevare para leerlo en mi cuarto, ¿te molesta?-pregunto, Jenna niega con la cabeza a lo que yo la saludo con mi mano y salgo de su laboratorio yendo hacia mi cuarto.

El pensamiento de cruzarme en el camino con Andy me abrumaba, pues no tenía muchas ganas de ello. No sabiendo que ella intentaría hablarme. O quería tratarla mal, luego de todo lo que paso odiaría hacerlo, me odiaría por ello.

Por suerte para ambos llegué a mi cuarto sin cruzarme con Andy, tire el cuaderno arriba de mi mesa y me recosté en la cama. Me sentí tranquilo por varios minutos...y eso lo amaba.

Pero no podía sacármela de la jodida cabeza, por más intentar. Tome mi cadena que ella misma me había dado, desde que ella me la regalo no me la había sacado, era casi imposible.

Pues...me recordaba a ella.

El silencio no duro mucho tiempo y eso que lo amaba. Ya que Stef entro a mi cuarto sin tocar la puerta y se recostó al otro lado de la cama, quedando sus pies por al lado de mi cara.

-Joder, Stef.-maldije mirándola con una mueca de asco.

-Vamos, Jareb. Lo he hecho mil veces.-Dice volteando los ojos ofendida.

-Y las mil veces te digo lo mismo.-Digo divertido.

-Chistoso.-me encogí de hombros sentándome en la cama con una leve sonrisa, ultimamente no podía evitar tenerla.

-¿Hablaste con Andy?-Sonríe

¿por qué todos preguntan eso?

Dimelo a mi...

La arriesgada decisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora