CAPÍTULO 5: Lisa 🏍️

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Ya llevaba dos meses trabajando en la empresa, MinJeung ya había iniciado su licencia por maternidad. Su horario de trabajo terminaba a las 18:00, así que tenía más tiempo para dormir al llegar a casa.

Ese día después de salir del trabajo, pasó por el supermercado a hacer las compras del mes y algunos frutos extra para su familia.

Al llegar a casa en lugar de dormir se puso a limpiar y pasar tiempo con su madre, después de todo tendría tres días libres, por qué su jefa iría a Jeju a un evento de moda. Llevaría solo personal indispensable y Lisa no estaba en ese grupo.

Cómo la pequeña casa estaba vacía, sacó los papeles y se puso a hacer las cuentas de las deudas del mes. Aunque eran 7 personas viviendo en la casa, su tía y primos no aportaban nada.

Lisa: Papá, ¿Por qué me hiciste prometer eso? ¿Por qué te fuiste?

Lisa empezó a acomodar los pallets según el tipo de impuesto para ir sumando. Luz, agua, gas, wifi, la educación de sus hermanos, seguro médico y la hipoteca que había sacado su tía.

Desde que había empezado a trabajar en Gamglam, curiosamente su tía había perdido una hipoteca. Lisa no había visto un solo centavo.

Cómo la puerta estaba abierta para que circule el aire su tía entró como si nada y se sentó en medio del paso.

Tía: Como mínimo deberías darle agua y saludar.

Lisa sonrió con malicia, su madre no estaba así que no debía ser sumisa ante su tía.

Lisa: Al menos debería pedir permiso antes de entrar y bajar 20 kilos para que pueda pasar.

Tía: ¡Qué irrespetuosa! En fin, la casa necesita refacciones. Hay humedad y cuando empiece a nevar podría haber goteras, el extractor de aire hace ruido raro y mí preciosa Yuna quiere cambiar el color de su dormitorio.

Lisa: ¡Ajam! 

Tía: Así que debes darme unos 500 mil wones. Después de todo es su casa.

Lisa: Tiene razón tía. Y agradezco que me lo digas. En estos seis meses gasté dos millones de wones en impuestos y como ustedes también viven aquí y ocupan toda la casa, espero que me de la mitad.

Tía: ¿Por quién me tomas?

Lisa: Por una señora que vive de gratis en casa de su difunto hermano y que además la ociuoo toda dejándonos aquí tirados.

Tía: Me respetas y no te olvides que así cómo te ayude a conseguir un trabajo para ganarte tu mugrosa vida, puedo hacer que te lo quiten. En estos dos meses no he recibido la compensación que me corresponde, es de un 25% de tu sueldo.

Lisa: Sigue esperando que no voy a darte nada.

Lisa apretó fuerte los puños hasta que su tía se fue.

Al morir su tío hacía 5 años, el cuñado de su padre, SoYeon y sus hijos quedaron en la calle. Ya que la suegra de esta la corrió de la casa. El padre de Lisa, no podía permitir que su hermana y sus sobrinos estuvieran en un albergue, así que les dio un espacio en su casa hasta que tuvieran un lugar donde estar.

Al principio era un solo dormitorio para su tía y sus primos, después de todo era temporal. Pero el tiempo empezó a pasar y la fachada de buena y sufrida que tenía empezó a caer, cuando su padre se iba a trabajar, SoYeon obligaba a su madre a limpiar todo el tiradero que hacían sus primos y hacer varios platos de comida hasta ver cuál tenía ganas de comer.

El padre de Lisa enfermo y poco antes de morir hizo que Lisa y su madre prometieran que “no iban a correr a SoYeon de la casa y le iban a dar tiempo hasta encontrar donde vivir” y que “los niños debían cuidarse en la casa familiar”.

Tres meses después de morir su padre, SoYeon pasó de ocupar una habitación a dos. Haciendo que Lisa y su madre tuvieran que dormir juntas.  Poco tiempo después ocupó la habitación de sus hermanos y la convirtió en el dormitorio de Yuna.

Lisa quería correrla de los pelos de la casa y fue cuando su madre la hizo prometer no pelear. Así que estaba atada de pies y manos. Y hacía un año, su tía se había quedado con toda la casa.

•••

Lisa vio películas con su madre y sus hermanos en el celular mientras comía helado y snack.

Después de despedirse de cada uno con un beso, sacó la motocicleta del cobertizo y caminó casi una cuadra antes de subirse y encenderla. Hacia una semana cada vez que salía su primo Mark se le aparecía, pidiendo que lo lleve a algún lado y no era su chófer.

Ese día el circuito estaba cerca del río Han, pasando por ese puente donde dos meses atrás había ido a rescatar a su jefa.

Las carreras funcionaban de la siguiente forma, tenían un punto de salida, varios puestos de control y volvía al puesto de salida. El camino que tomaban entre cada puesto era cosa suya, pero siempre evitando las calles principales para no llamar la atención de la policía.

Todos debían llevar sus teléfonos sujetos al volante. Si la pantalla estaba verde, todo estaba bien, si era anaranjado avisaba que se habían visto policías, si era roja significaba dispersarse.

Estaba a dos kilómetros de ganar e iba primero cuando la luz de su teléfono se puso roja. Iba disminuyendo la velocidad cuando frente a ella apareció un móvil de la policía a toda velocidad. Giró lo más rápido que pudo y se fue en dirección contraria.

Giró bruscamente en varias calles mientras la policía la seguía de cerca, su corazón iba a mil por hora y sentía que no podía respirar con el casco puesto, pero si se levantaba la visera jaja posibilidades de que una cámara viera su cara.

Estuvieron así cerca de una horas hasta que al fin los perdió de vista. Estaba bastante lejos de casa así que lo mejor era esperar que las cosas se calmen un poco. Sabía que debía cambiar el color de su motocicleta para evitar problemas.

Revisó su teléfono y vio un mensaje privado de un número que no tenía agendado: “Ve con cuidado, solo te siguieron a ti. Parece que alguien te quiere fuera”.

Eran las 6 de la mañana cuando al fin decidió volver a casa. Le llegó una llamada de su jefa, así que respondió antes de ponerse en movimiento.

Lisa: ¿Hola?

Jisoo: Lamento si te desperté en tu día libre. ¿Estarías disponible para acomodarme a Jeju? Se te dará una bonificación extra por hacer un trabajo de este tipo. Necesito una traductora de Tailandés.

Lisa: Bueno… en media hora llego a casa y armó un bolso. En otros diez minutos llegó a la empresa ¿Puedo dejar mí motocicleta en el estacionamiento de la empresa?

Jisoo: Si, si. Muchísimas gracias.

Lisa colgó la llamada y fue a casa con mucho cuidado. Entró en silencio y en susurros le explicó a su madre que estaría fuera unos días. Le dejo una buena ama de dinero. En una mochila metió con cuidado su traje, ropa interior y ropa de cambio. Además de la documentación necesaria.

Le puso la baulera a la motocicleta y ahí puso una lona para cubrirla. Se fue con cuidado a la empresa esquivando posibles puestos de la policía.

So this is love - Lisoo 🖤❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora