ɪ ʟɪᴋᴇ ʙᴏʏs 「†」 YoonMin

† ᴄʜᴀᴘᴛᴇʀ ғᴏᴜʀᴛʏ ᴛʜʀᴇᴇ †

Cuando YajaTzael entró a la cocina y miró a YoonGi en la isla, retorció los ojos porque no era la primera persona que esperaba ver al iniciar su día.

Resignado a saber que su hijo tenía novio y que ese novio era YoonGi, se sentó frente a él para desayunar tras notar que el desayuno ya estaba servido.

— Se supone que tu nene y yo saldríamos, pero lleva como dos horas arreglándose y preparé el desayuno...

— ¿Qué te pasó en la cara? — Curoseó — ¿Alguna pelea callejera?

YoonGi se encogió de hombros mientras tomaba el café que preparó.

Cuando JiMin miró su rostro golpeado, casi se le bajó hasta la presión, pues no parecía haber sido un juego ese labio y ceja partida, el pómulo algo hinchado y los moretones en el abdomen.

La pelea con Jaeh fue fuerte y, aunque terminaron mal, pudo impedir que saliera a buscar a Zael, así que al final todo valió la pena.

— Solo me agarré a golpes con mi tío.

— ¿Con Zael...? ¿Él está bien?

Ante el claro interés y preocupación de parte de YajaTzael, él alzó una de sus cejas con una sonrisa algo burlona, pues le parecía extraño que actuara de esa forma por creer que la pelea fue con Zael.

— Aunque no lo creas, Zael es la única persona que puedo respetar... dentro de lo que cabe — Informó — Jamás me he agarrado a golpes con él, tampoco pienso hacerlo, aunque sí me ha dado unos golpes como regaño. Nada grave.

YajaTzael asintió sin mucho ánimo en él, por lo que calmado al saber que no era Zael, siguió desayunando con no muchas ganas.

— Fue con Jaeh. Ese maldito no puede entender que Zael tiene sentimientos y que merece ser feliz.

¿Ah?

Bastante interesado en el tema, alzó la cabeza para ver a YoonGi con curiosidad, pues necesitaba saber en específico de lo que hablaba.

— ¿A qué te refieres?

— Digamos que Zael se escapó en la madrugada, sin decirle a nadie y con Dael.

Wow.

Sin palabras que sacar o que formular, bajó la cabeza y sin apetito jugó con las frutas mientras se imaginaba lo feliz que debía estar siendo Zael, eso de verdad que le rompió más el corazón a tal punto en el que empezó a ver borroso por las lágrimas que ahora querían salir.

— ¿Sabes? Mi tío ha pasado por mucho y si su felicidad es Dael, yo los voy a apoyar.

YoonGi soltó un suspiro al ver su estado. Sabía en sus ojos que estaba enamorado de Zael, así que como ánimo le acarició el cabello y con una sonrisa le pellizcó la mejilla.

— Si algún día tú decides hacer algo por él, ten por seguro que te apoyaré, muñeco — Aseguró — Por el momento, ve arriba y sueltas eso. Será un secreto entre nosotros dos.

YajaTzael asintió y con un gran nudo en la garganta se puso de pie para salir de la cocina en busca de ir a su habitación, pidiéndole a Satán el no encontrarse a JiMin por los pasillos porque sentía que no podría retener el llanto.

Entonces, cuando entró a su habitación y cerró la puerta, se apoyó en ella con los ojos cerrados mientras las lágrimas salían hasta descender a sus mejillas.

¿Por qué le dolía tanto?

Le partía el alma, le rompía el corazón, le carcomía la mente y le destrozaba el pecho imaginar un sin fin de escenarios en donde Dael tocaba, besaba o hacia suyo a Zael. Lo peor era imaginarlo ser feliz con Dael, con otra persona que jamás sería él.