PROLOGO

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Nota: Esta pareja es mi gusto culposo, es. Quizás encuentres errores pero es nadie es perfecto.

El ángel más hermoso creado por Dios es un omega, un ser divino, su hijo.

Jamás se imaginó que su hijo favorito lo traicionaria de esa manera, quizás debió asignarle otro género, crear a una alfa fue su error.

Debió saber que por naturaleza los alfas no se sentirían atraídos pero eso no importaba.

Lucifer nunca se imaginó que sería exiliado del cielo ¿Qué se supone que haría? Solo deseo compartir su conocimiento, siendo el ángel favorito de Dios se suponía que estaba haciendo las cosas bien.

Estaba equivocado, en el cielo no respetaron su opinión y lo desterraron.

Al menos no estaba solo, junto a él estaba Lilith. 

Era una mujer fuerte, maravillosa y una poderosa alfa, su poder seguía aumentando con cada alma que llegaba al infierno.

Ella era su todo.

— ¿Por qué no puedes verme solo a mi? — sin embargo los dos pensaban muy diferentes, ella amaba a los pecadores y siempre buscaba una forma de revelarse ante el cielo.

Su gente era importante y no dejaría que los ángeles siguieran exterminándolos.

El cielo tenía miedo de que su poder aumentará y por eso mataban a los demonios.

— Porque aceptaste el exterminio — Respondió Lilith — Ni siquiera me consultaste 

— ¡Este reino me fue dado por mi padre y los demonios son una plaga! — No pensaba eso de los demonios — ¡Son malvados, ellos eligieron esta vida!

No odiaba a los demonios pero tampoco los quería, solo estaba triste por no poder estar con sus hermanos.

— Fue nuestra culpa — Lilith se acercó a él — Tú culpa — Lo señaló — Quisiste darles conocimientos y a cambio  ¿Qué recibieron?  El exilió del paraíso, y la maldad, tú creaste esto y soy la única que trata de arreglar tu error

Lucifer mordió su labio inferior, no fue su intención que los humanos recibieron un castigo eterno.

— No me culpes de sus acciones, los ayude a tener conocimiento,  ellos buscaron esto...

— Sufrir por toda la eternidad 

Lilith frotó su rostro, estaba harta de su esposo.

— Vamos a separarnos 

Lucifer no podía creer lo que escuchaba, no podía dejarlo, ella lo es todo para él.

— No... Tú no puedes...

— Si puedo, estamos en el infierno 

••••

El tiempo pasó demasiado rápido para su desgracia.

Estaba deprimido, encerrado en su mansión sin hacer nada, se levantó de su cama sin ganas de hacer nada.

De pronto sintió una punzada, alguien estaba llamándolo, suspiro con pesadez y se manifestó como un ser macabro, de nuevo sus seguidores lo llamaban ¿No podían dejarlo solo?

Después de cumplir los caprichos de los humanos decidió por su cuenta dar una vuelta, el licor de los mortales era bueno, quizás lo ayudaría a olvidar a Lilith. 

Que equivocado estaba, lo único que logró fue llorar frente al barman.

— Lilith — sollozo, la extraña tanto.

No comas la manzana  (Alastor/Lucifer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora