No comas la manzana (Alastor/Lucifer)

Capítulo 5

Nota: Para ser honesta pensé que olvidarían este fic pronto jaja y decidí que iba a borrarlo Pero me arrepentí.

—Charlie no creo que sea buena idea — Veggie abrazo a su novia — Tengo un mal presentimiento

— ¡Vamos! Se que todo saldrá bien — Positiva como siempre — Mamá me dijo que deseaba arreglar las cosas con papá

Charlie ha deseado desde que era pequeña que sus padres se reconcilien, podrían ser una familia de nuevo.

— Si estás segura — A Vaggie no le daba buena espina, además podía sentir que no le agradaba a Lilith.

— ¿Alguna a visto  a Fat Nuggets? — Angel Dust apareció de repente —  No lo encontró por ningún lado

Veggie soltó a su novia, miro con molestia al pecador.

— De seguro está con Hust, últimamente se le pega mucho

— Nop — Nego con la cabeza — Él a estado conmigo

— ¿Contigo?

Alastor había estado escuchándolos desde las sombras ¿Por qué su esclavo estaba pasando tiempo con el pecador? 

— Quizás está con mi padre — Charlie se cruzó de brazos — Siempre deja la puerta abierta, no sería raro que se escondiera ahí

Alastor sonrió, desapareció entre sus sombras.

•••

Lucifer suspiro, sostuvo su sombrero mientras decidía si ponérselo o no.

— Vamos... — Contempló su reflejo en el espejo, deseaba verse bonito, ella estaba ahí, debían convivir — No... — Dejó su sombrero de lado y se acostó en su cama, subió su rostro tratando de calmar su mente.

— Quedarte todo el día aquí no cambiará nada majestad — La voz de Alastor lo alertó, se levantó de golpe y observó al demonio.

Con molestia se acercó a él.

— ¿Quién te dijo que entraras? — Con molestia hizo aparecer su bastón, lo apuntó con el objeto — No te acerques de nuevo

Al recordar el accidente que había pasado sus mejillas casi se tornaron rojas por la vergüenza.

— La puerta está abierta — Señaló la entrada — Llevas demasiado tiempo viéndote, no importa que se ponga majestad, sigue viéndose igual de encantador — Alastor quizás se arrepintió de llamarlo encantador — La cena será servida

— Ja — Nervioso retrovisor rees pasos — A diferencia de ti yo no necesito alimentarme, soy un ángel

— Eras

La expresión en el rostro de Lucifer cambió, ya no es un ángel y debe aceptarlo, fue echado del cielo y abandonado.

— Los pecadores como tú merecen estar acá — No cree en la redención — Solo son basura — Como él — Reciben la mierda que merecen

Alastor no se sintió ofendido, piensa lo mismo.

— ¿Y eso debería afectarme? — Se burló — De todos modos no me arrepiento de lo que hice en vida

Lucifer soltó un gruñido, estaba perdiendo la paciencia.

— Si aún sigues con vida es por Charlie, tu y yo somos diferentes

— Lo se, tu eres más fácil de utilizar — Como él, solo es un simple títere — Tu ex esposa te utiliza

Lucifer desapareció en una bola de fuego, Lilith nunca lo ha usado, ella lo amaba.
Apareció en su habitación y abrió el armario, se hizo bolita dentro y cerró sus ojos.

Recuerdos amargos llegaron a su cabeza.

— ¿Lilith? — Su vista estaba nublado y su ex esposa hablaba con alguien — ¿Lilith?

Algo se rompió, su cabeza daba vueltas y su cuerpo dolía, sentía que estaba muriendo de dolor, tropezó y ni siquiera lograba distinguir las figuras, solo escuchaba el sonido del tacón

— De nuevo — La voz de Lilith — Es tu culpa — Se lamentaba — Y la mía...

Desde ese día las cosas cambiaron.

Quizás si le hubiera dado un hijo de su sangre nunca lo habría dejado, pero no lo sabrá, jamás pudo tenerlo.

Cómo siempre es un fracaso.

••••

Al principio Lilith adoraba a su esposo, solía ser tan alegre y soñador, la primera vez que lo vio quedó encantada con él, su sonrisa y su aura era única.

Cuando fueron expulsados del paraíso pensó que estaba bien mientras lo tuviera con ella, por siglos estuvieron juntos.

Pronto desearon tener su propia familia así que Lucifer quedó embarazado, añoraban que su bebé naciera pronto, sin embargo cuando dió a luz su hijo estaba muerto.

Destrozada cargo al niño en sus brazos mientras Lucifer dormía por el cansancio.

— ¿Por qué? — Se lamentaba, besó la mejilla del bebé muerto y lo hizo desaparecer con su magia.

Cuando Lucifer despertó lloró al saber la noticia, sin embargo no se rindieron, lo intentaron varios veces y el resultado era el mismo, sus bebés seguían naciendo muertos.

— ¿¡Por qué pasa esto!? — Reclamó al cielo, ella llevaba al bebé que recién había tenido Lucifer.

El arcángel la miró con desagrado, aún recordaba la traición que cometió, prefirió irse en lugar de cumplir con su papel.

— No tienen alma — Confesó — Tu y el jamás tendrán descendencia

La destrozó, regresó con el niño en brazos y admiró su rostro una última vez, lo hizo desaparecer y solo se acostó a abrazar a Lucifer.

Fueron malditos.

Con el tiempo Lucifer superó a los bebés... Pero Lilith no, solía molestarle que su esposo superará  todo tan rápido.

Poco a poco todo el amor que tenía hacia su esposo desapareció, se concentró en ayudar a su reino y por desgracia Lucifer pensaba diferente.

Nunca se arrepintió de abandonarlo, estaba de maravilla cuando lo dejó hasta que volvió a llamarla diciendo que esperaba un bebé que definitivamente no era de ella, aún así regresó y lo acompañó solo para ver como fracasaba de nuevo.

Creyó que su bebé no tendría vida, porque nunca podrían tener descendencia...

El llanto de la bebé la dejaron petrificada, su cuerpo había reaccionado por sí sola y cargar al bebé, admiro su rostro y lo pequeña que era.

— Mia...— El bebé que siempre soñó.

Entonces entendió que solo con otros podrían tener hijos y a pesar de que la niña no llevaba su sangre decidió que Charlie era su bebé, ni siquiera dudó en alejarla de su ex esposo, lo abandonó y le robó a su bebé.

Charlie es su hija.

Lastima que tendrá que romper sus sueños y aplastar su esperanza.

— Lo siento bebé, pero mamá debe volver al paraíso — Murmuró mientras observaba a Charlie desde lejos.

Quizás consiga llevarse a su hija con ella.

El infierno siempre es tan cruel.

Nota: Gracias por los comentarios