05

225 29 6
                                    

CENTRO DE PRINCIPAL DE LA AFIAD

16 de Junio, 2020

En cuanto Jeon Janhyuk pisó su oficina, pudo ver la gran cantidad de papeles que esperaban por él.

—Adalid, lo esperan en la sala J-7 —su secretaria entró a los pocos segundos informándole lo que debía hacer.

Jeon asintió y fue a donde se le indicó con su secretaria siguiendo sus pasos. Debido al amplio lugar, el alfa tardó más de 5 minutos en llegar a su destino.

La sala J-7, casi nunca solían utilizarla, eso sólo podía significar una cosa: Los rusos han atacado.

La bratva era un maldito problema para la AFIAD desde sus tiempos prematuros, los rusos eran los únicos enemigos que nunca se cansaban de luchar. La familia Melnikov contaba con mucho poder gracias al mundo oscuro; tráfico de drogas, trata de omegas. 

Los casos más despreciables y tristes siempre llevaban consigo el apellido de esos rusos. Eran ellos los más adinerados del continente, dinero conseguido con sangre de otros. 

Hasta la actualidad, ningún adalid ha logrado capturar a alguno de sus miembros importantes, lo único que obtenían al atrapar a uno de los suyos era la muerte de uno de sus soldados. Es por ello que Janhyuk se había tomado un descanso de 30 días. 

Por lo visto ellos eran rápidos para actuar.

En cuanto abrió las puertas, todos en aquella sala se levantaron apresurados en saludarlo, su adalid les correspondió con un asentimiento.

—¿Qué tan grave es la situación? —Janhyuk preguntó en lo que tomaba asiento en la silla central.

Estar en aquella sala no era para cualquiera, los miembros no excedían al número 10, estos estaban conformados por el adalid y 9 alfas representantes de los países más desarrollados. Corea del Sur, China, EEUU, Alemania, Noruega, Suiza, India, Nueva Zelanda y Brasil.

Esta unión se denominó como "El protectorado"

Lidad no era considerada en la sala ya que muchos de los ancianos cascarrabias se opusieron y Jeon Janhyuk terminó cediendo a sus exigencias.

La privacidad en aquella sala era excesiva, ni los secretarios, ni los generales tenían acceso a la dichosa sala J-7, pues en el caso de un infiltrado, todos pagarían con su vida. Preferían ahorrarse matanzas y simplemente dejarlos afuera.

—Adalid, las cosas se están complicando y si no atrapamos al líder pronto, entonces llegarán a nosotros —Choi, el compañero que lo había llamado fue el primero de ellos en hablar.

—¿Intentas decir que podrían vencernos? —Janhyuk no se veía nada contento.

—No vencernos, pero si debilitarnos.

—Entonces explique la situación —su tono salió más brusco esta vez.

Choi Siwon suspiró antes de dar una respuesta, estaba acostumbrado al mal carácter de su adalid, él podía considerarse alguien cercano a Jeon Janhyuk entre todos ellos. Adicionando a ello, era él quien representaba a Corea del Sur.

—Hubo una desembarcación no autorizada en el puerto de Busan, el reporte nos llegó hace 30 minutos, nuestra gente los detecto como extranjeros, rusos, para ser exactos.

—¿Qué hay con eso? No necesariamente deben ser los Melnikov —la probabilidad era poca, pero el que sus enemigos estén en su territorio no era nada bueno.

—Concentración, adalid —dijo el representante de China—. Es ilegal que personas de otros países lleguen por mar sin previo permiso.

—Choi —Jeon Janhyuk ordenó seguir.

Walls of Darkness ||Kookv||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora