CAPÍTULO 16

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The Ultimate Deception - Milo Manheim

Habían pasado tres días. Hayley seguía triste, y apenas me hablaba, por no decir que ni siquiera le había visto cerca últimamente. Y fue entonces cuando decidí hacerme un Chris: convertirme en Cupido.

Vi a Jen sentada detrás de cámaras mientras Matt grababa una escena y Ryan jugaba con un lapiz, y me acerqué a hablar con ella.

—Hola, Jen —susurré—. Seré directo. ¿Cuál es tu orientación sexual?

Mi pregunta pareció descolocar a Jennifer —con razón—, pero ella respondió mientras alzaba una ceja.

—Soy bisexual, ¿por?

—Y... ¿Te gusta alguna chica ahora mismo?

—¿A qué viene esto ahora, Shawn?

—A ver, no soy precisamente don Disimulo; así que, si me lo pones fácil antes de que se me escape un nombre, te lo agradecería —le respondí, algo desesperado.

Dios, ¿cómo hizo Chris para que pareciera tan fácil ser Cupido?

—No puedo contártelo —me dijo—. Tú la conoces.

—¿Hayley? —me arriesgué.

Ella se quedó callada durante unos segundos, hasta que al fin, asintió con la cabeza.

—Sí, es Hayley —murmuró.

—Bueno, pues buenas noticias. Hayley te quiere. Ding, ding, ding. ¡Victoria en el ring para Jennifer Hawke! —exclamé— Y desde el beso, está de bajón; así que, ya puedes ir con ella y comerle la boca, decirle que todo estará bien y que la gente no importa.

—Vas a tener que explicarme eso del bajón un poco más —ella volvió a alzar la ceja.

Le expliqué todo lo sucedido y Jennifer escuchó con atención. Una vez acabé de explicarle todo, ella fue a buscar a Hayley. Yo la seguí desde la distancia para saber qué ocurría.

Chismoso.

El mejor chismoso de todos.

Finalmente, me escondí tras una pared cuando Jennifer se encontró a Hayley de frente.

—Hayley —murmuró Jen.

—Jen, ho...

Y su frase fue interrumpida por un beso de Jennifer, el cual duró varios segundos.

Esas podríais ser Ellie y tú.

Sí, pero decidiste joderme mi romance. Aunque lo voy a recuperar.

Jen y Hayley se separaron del beso.

—Jen, yo... No podemos estar juntas. La gente comenzará a hablar, podrían hacer cosas horribles y...

—A la mierda la gente. Que hablen si quieren. Lo afrontaremos juntas.

—Perdón Jen, no sé si puedo.

Y se fue del lugar, dejando a Jen sola. Pasó a mi lado y al verme me dedicó una mirada triste, pero luego siguió caminando hacia delante.

—Mierda —murmuré.

Corrí detrás de Hayley y la alcancé cerca de mi camerino. Yo le abrí la puerta y le dije que pasara. Hayley dudó, pero al final pasó.

Cerré la puerta para mayor intimidad y me tiré en el sofá. Hayley se sentó en la silla. Hubo un silencio de unos segundos, hasta que ella habló.

—Tenía quince años cuando descubrí que me gustaban las chicas. Al principio, era un secreto, pero cuando comencé a salir con una chica, ella hizo correr el rumor. Nos empezaron a atacar. Ella se cambió de instituto, pero yo no pude. Llegaba a clase todos los días con gente gritándome bollera, asquerosa y más cosas que no podrías ni imaginar. Casi todos los días había una amenaza de muerte escrita en mi mesa. Tuve mucho miedo. Se lo conté a mis padres, y ellos me apoyaron en todo momento, pero no sabían qué hacer. Iba de casa al instituto y del instituto a casa. Tenía miedo de salir a más sitios y no poder volver. Es increíble que la gente no pueda tolerar el amor.

AQUELLA CHICA DE LAS ESTRELLASWhere stories live. Discover now