CAPÍTULO 23

36 5 114
                                    

Wonderwall - Oasis

—Al fin —suspiré, rodeando a Ellie con un brazo y atrayéndola hacia mí por la cintura.

—Después de semanas, ya hemos terminado con la casa.

Sí. Le había propuesto a mi chica de las estrellas vivir conmigo, y ella había aceptado. ¡NUNCA HE SIDO TAN FELIZ!

—¿Destruimos la cama? —bromeé.

—Idiota —ella me dió un manotazo mientras se reía.

—¿Cuántos manotazos me he llevado ya en nuestra relación? —dije, entre risas.

—No sé. ¿Cuántas veces has hecho bromas idiotas?

Incontables.

—Ya, bueno. Esta noche tengo algo genial preparado —cogí sus manos, poniéndome frente a ella—. Te prometo que esta noche será inolvidable, paranoica.

Y si me decía no a la propuesta de matrimonio que había planeado, sería inolvidable para mí.

Le había contado a Chris, Jules y Sarah mis planes la semana pasada. Me ayudaron a organizar todo, y ya está todo perfecto. O eso espero.

—Todas lo son contigo.

—Esta aún más —sonreí y le robé un beso—. Te encantará. Pero hasta que eso pase... No hay nadie en casa y no tenemos vecinos; así que... ¡PODEMOS HACER LO QUE NOS SALGA DE LAS PELO...!

—¡No grites! —me tapó la boca rápidamente, divertida.

Y sí. Hice algo estúpido. Lamí su mano y ella la apartó con rapidez, mientras yo le sonreía como un angelito.

—¡Ey! —exclamó.

Ni que no hubieras lamido nada de ella antes.

No comentaré nada respecto a eso.

—Oh, venga. No seas aburrida, ven —le atraje hacia mí, entrelazando mis dedos con los suyos—. Por una vida juntos hasta que las estrellas nos separen.

—Hasta que el mundo acabe y las constelaciones se apaguen.

Y acto seguido, cerramos los ojos y nos besamos. Lo que comenzó siendo un pequeño beso inocente, acabó siendo algo nada inocente en nuestra cama.

Al final sí destrozaréis la cama.

Es que yo no soy bromista, soy pervertido y vidente.

***

—¿Ya hemos llegado? —preguntó Ellie, impaciente, mientras yo le guiaba.

Sí. Era necesario vendarle los ojos. Añade romanticismo a la escena. Dios, hablo como si estuviera en una película.

Pero en verdad, estás en un libro.

¿Eh?

MIERDA, SOY UNA MENTE INOCENTE QUE NO TIENE IDEA DE NADA. Quiero decir que estás loquísimo, Shawn.

—Ya casi —sonreí—. Un poco más y... Listo. Puedes quitarte la venda.

Ella se quitó la venda de los ojos y miró a su alrededor, con una gran sonrisa. Estábamos en el mirador del que tuvimos que huir la última vez.

—Esta vez sí lo he reservado —dije, con una sonrisa orgullosa—. Ahora tengo dinero para hacerlo.

—Pero Shawn, esto debe ser muy ca...

AQUELLA CHICA DE LAS ESTRELLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora