04- Sé egoísta

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El ruido de las sartenes friendo y los cuchillos cortando era lo único que se escuchaba en la cocina. Sanji cocinaba a una velocidad sobrehumana. — ¡Sanji! ¡Un arroz frito, dos chuletones y una ensalada césar para la siete!

— ¡A la orden! ¡Patty encárgate de las verduras!

— ¡Oído!

Los cocineros no paraban quietos, hoy el restaurante estaba lleno de clientes y era imposible parar. Ya sobre las siete de la tarde, el Baratie cerró. Sanji se sentó en una mesa con un refresco. — Eh berenjena.

Era Zeff, dueño del restaurante y padre adoptivo de Sanji. — ¿Qué pasa viejo? Me gustaría ir a casa a relajarme.

— Desde hace unos días te escapas desde la una hasta las dos y trabajas mejor. Algo te ha tenido que pasar.

El rubio suspiró. — Viejo…

— Berenjenita, ya tienes veintidós años, en cuanto acabaste el grado superior de hostelería quisiste trabajar aquí.

Sanji se molestó por eso. — ¿Te molesta que trabaje aquí, viejo? Porque te recuerdo que fuiste tú el que me dio el curro.

— No es eso chico.

Sanji se levantó molesto y le dió la espalda a su 'padre'. — Oye, mira, eres el mejor cocinero que tengo, lo admito. Pero no quiero que trabajes toda tu vida aquí.

— ¿¡Y qué es lo que pasa!? ¿¡Quieres imponerme algo como los demás!?

Zeff frunció el ceño. — No me levantes la voz.

— ¿¡Por qué!? ¿¡Qué harás!? ¿¡Encerrarme!?

— ¡¿Te quieres calmar?! ¡Si no fuera por mí, tus hermanos te habrían apaleado!

— ¡Puedo protegerme solo!

— Pues no lo parece. Para mí sigues siendo el crío que recogí de la calle y que tiene problemas para recibir cariño de los demás.

Hubo un silencio pesado y Zeff cogió el vaso del refresco. — ¿Sabes qué? Mejor vete. Necesitas calmarte, así que no vuelvas hasta que dejes de comportarte como un niño de cinco años.

Sanji salió del establecimiento dando un portazo. Poco después, apareció Carne y se acercó a la mesa. — ¿Se lo ha contado?

— No. No he querido hacerlo.

— ¿Por qué no?

Zeff miró a la puerta. — Porque ya lo ha pasado bastante mal como para que se preocupe por mi salud.

— Se enterará tarde o temprano.

— Lo sé. Pero hasta entonces…quiero que disfrute y que no se preocupe.

[•••]

Sanji se dirigía a su apartamento mientras se fumaba un cigarrillo. Era una de las pocas cosas que le calmaban. Estaba abriendo la puerta del bloque, una voz le detuvo. — Veo que sigues con la misma marca de cigarrillos.

Sanji se dió la vuelta y vio a un chico con el cabello negro y ondulado y con pecas en las mejillas. — ¿Ace?

— Cuánto tiempo Sanji, ¿cómo te va?

— No muy bien. He discutido con el viejo.

Ace se preocupó. — ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

Sanji suspiró. — Es…un tema personal, en fin, un larga historia…

— Yo acabo de salir de casa, tengo todo el tiempo del mundo. Además, Luffy está con Law, no volverá a casa en un rato.

Sabores del corazón (ZoSan)Where stories live. Discover now