Solo contigo | Gortabo

Él - 5

Era la misma imagen todas las noches, no podía dormir como siempre, el insomnio estaba acabando con él y no sabía que más hacer. Habían pasado casi dos semanas desde que le dieron de alta y comenzó a trabajar en la policía, le dijeron que tenía que mantener el control, por eso lo habían cuidado y entrenado tanto tiempo, pero él simplemente se negaba a tomar el "medicamento" que le dio Castro. No desconfiaba de ella, sino de ellos. Se negaba rotundamente a tomar cualquier cosa que venga de parte de ellos, no tenía un buen presentimiento de esto.

El rubio se sentó al borde de la cama y desde ahí vio los medicamentos que estaban en su mesa de noche, Castro le dijo que era para mantenerlo estable de cualquier momento, pero sentia una enorme desconfianza, durante su estadía en aquel lugar lo dejo marcado para siempre, no podia evitar tener pesadillas de lo mismo, él viviendo a base de drogas y siendo torturado por la supuesta gente que te cuida.

Volvía ese recuerdo tormentoso, él no tenía la culpa de vivir eso, ¿O tal vez si? Quién lo sabe, todo pasa por algo, a la gente mala le pasan cosas malas, ¿No es así?

Salieron pequeñas lágrimas de sus ojos inconscientemente, ¿Era él? Tal vez si necesitaba de esas pastillas para no perder la cabeza. Miró con deseo el pote de pastillas y se pensó en tomarse varias al mismo tiempo, a ver si se moría de una sobredosis de una vez y ya no sufrir más.

«¿De verdad quieres acabar con todo?»

¿Hay otra opción?

Las personas creen que suicidándose solucionarán todo, pero simplemente se ven cobardes y ridiculos escapando de esos problemas, que idiotas son. ¿Que tan roto debes estar para desear la muerte con todo tu alma?

Gustabo agarró las pastillas y las tiró al piso con enfado, él no quería vivir a base de pastillas, solo los enfermos vivían así y él no lo estaba. Se limpió las lágrimas y se volvió a tirar sobre su cama, cerró sus ojos esperando finalmente dormir a gusto.

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Se colocó una camisa verde oscuro, unas zapatillas del mismo color y unos pantalones completamente negros, junto a estos su chaleco de policía encima de la camisa y una gorra color negra. Salió de los vestuarios, encontrándose con Gordon.

-Hombre Gustabo, ¿Tan temprano por aquí?- Miró con asombro al rubio, era raro verlo a esas horas en el trabajo.

-Por supuesto, a diferencia de ti, yo si trabajo.- El ojiazul camino al lado del uniformado, iban a paso lento.

-Joder, a estás horas aún no aparece Isidoro.- Agregó el pelinegro, pues Gustabo siempre patrullaba con el alumno.

-Ya lo sé ya, si apenas son las 5am.- García saco el móvil para ver si tenía algún otro mensaje y revisar redes sociales. Continuó caminando junto a Gordon hasta llegar al parking.

-Vamos juntos, que tienes que ponerte a currar, coño.- James rió ante la propuesta, pero acepto sin decir nada. Se subió al Zeta y dejó que Gustabo manejara mientras él se encargaba de la radio, ya sabia que al rubio no le gustaba supervisar.

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Estuvieron patrullando por varios minutos, asistieron a unos códigos 3 y finalizaron todos con éxito. El moreno realmente no pensó que sería divertido patrullar con el rubio, se la estaba pasando bastante bien, solo le faltaba un poco de su música, por lo que se le ocurrió poner algo de música en la tablet del patrulla