Diferente [Larry x Lawrie] Brawl Stars

3

A medida que Lawrie avanzaba por los estrechos pasillos de la mina, el aire se volvía cada vez más espeso y pesado, como si estuviera cargado de la misma tensión que colmaba su mente. El eco de sus propios pasos resonaba en las paredes de roca, creando una atmósfera ominosa que lo mantenía alerta en todo momento.

La mina se extendía ante él como un laberinto oscuro y retorcido, con pasillos sinuosos que se bifurcaban en todas direcciones, desafiando su sentido de la orientación. Las sombras danzaban en las paredes de piedras.

De repente, entre el silencio tenso, Lawrie percibió un ligero crujido a lo lejos, apenas perceptible sobre el eco de sus propios pasos. Se detuvo en seco, agudizando sus sentidos mientras intentaba localizar el origen del sonido.

El corazón de Lawrie comenzó a latir con fuerza en su pecho, su respiración se volvió más aguda mientras se preparaba para lo que pudiera venir. Cada sombra parecía cobrar vida en la penumbra de la mina, y cada sonido le hacía estremecerse de anticipación.
Con manos firmes y determinadas, Lawrie deslizó su mano hacia el arma que llevaba consigo, preparándola para cualquier eventualidad. El metal frío y reconfortante del arma se ajustó perfectamente a su agarre, otorgándole una sensación de seguridad en medio de la oscuridad opresiva de la mina.

Los pasos se acercaban lentamente, resonando en el silencio de la mina como un eco distante. Lawrie apretó los puños con determinación, preparado para enfrentarse a cualquier peligro que pudiera cruzarse en su camino.

En la penumbra de la mina, Lawrie se encontró cara a cara con dos figuras inesperadas: una chica de cabello azul oscuro, recogido en dos coletas con un overol rojo y un anciano que la acompañaba, ambos visiblemente afectados por las condiciones de la mina. La chica, con su tobillo lesionado y cubierta de polvo de piedras, soltaba maldiciones por el dolor, mientras el anciano, con un gesto compasivo, la apoyaba como podía.

Lawrie los observó con seriedad, reconociendo de inmediato la necesidad de ayuda. "¿Están bien?", preguntó con voz firme pero compasiva, acercándose con cautela.

La chica, con una mueca de dolor en el rostro, lanzó una mirada desafiante a Lawrie antes de responder con brusquedad: "¿Qué crees tú? ¡Mi tobillo está destrozado y este viejo apenas puede mantenerse en pie!"

El anciano, con una sonrisa amable a pesar de su evidente incomodidad, intervino con calma: "Lo siento, joven. Mi nieta no está de muy buen humor en estos momentos. Pero sí, podríamos usar algo de ayuda para salir de aquí."

A pesar de las malas palabras y el ambiente tenso, Lawrie mantuvo la compostura, comprendiendo la situación de los mineros heridos y dispuesto a brindarles ayuda.

"Entiendo. Voy a ayudarlos a salir de aquí", respondió, ofreciendo una mano para ayudar a la chica a levantarse y que luego apoyara su brazo alrededor de su hombro para lograr avanzar más rápido juntos por los laberínticos pasillos de la mina.

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Mientras Lawrie estaba ocupado en la mina, Larry se aseguraba de evacuar a los visitantes más cercanos, siguiendo las instrucciones de su hermano mayor. Sin embargo, una vez que había guiado a un grupo de visitantes a un lugar seguro, sintió la necesidad de regresar y asegurarse de que su hermano estuviera bien.

Larry se adentró en la mina, sorteando los pasillos oscuros y estrechos hasta que finalmente encontró a su hermano mayor junto a los dos mineros heridos.

"¡Lawrie!", exclamó Larry con alivio al ver a su hermano mayor en buen estado.

Lawrie levantó la mirada al escuchar la voz de Larry, una mezcla de sorpresa cruzando su rostro. "Larry, ¿qué estás haciendo aquí? Pensé que estabas evacuando a los visitantes", dijo, sorprendido de ver a su hermano menor en la mina.

Larry se apresuró a explicar: "Lo hice hermano, vine lo más pronto posible asegurarme de que estuvieras bien. Además, parece que necesitás algo de mi ayuda aquí".

Lawrie asintió con agradecimiento, reconociendo el gesto de preocupación de su hermano menor. "Gracias, Larry. Lleva a estos mineros a la salida. Yo continuaré buscando al responsable de la causa de todo esto".

Larry asintió, listo para cumplir con la tarea asignada por su hermano mayor. "Entendido, ¡Vendré lo más pronto que pueda!", respondió antes de dirigirse hacia la salida acompañado por la minera herida y el anciano.

Mientras Larry guiaba al grupo hacia la salida de la mina, Lawrie continuó adentrándose en los oscuros pasillos rocosos.

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"¡Carajo!, ¡Puedes ver por dónde caminas, sopenco! ¡Tengo un tobillo roto, ¿¡no vez?!", gruñó la minera, visiblemente irritada por un descuido de Larry que provoco que cayera.

Larry se detuvo por un momento, sintiendo la culpa pesar sobre sus hombros, su mente se encontraba dispersa por la situación. "Lo siento mucho, no fue mi intención", se disculpó sinceramente, deseando poder retroceder el tiempo y evitar que Jacky cayera.

El anciano, con una sonrisa comprensiva en su rostro, intervino para calmar la situación. "Oh, no te preocupes, muchacho. Jacky podría haber salido mucho peor. Podría haber terminado sin vida si esos tipos estuvieran armados", dijo con un tono animado, como si fuera un evento emocionante en lugar de una situación peligrosa.

Larry se quedó paralizado por un momento, procesando las palabras del anciano. "¿Dijiste que hay personas en la mina armadas?", preguntó, su voz llena de perplejidad y preocupación mientras la gravedad de la situación comenzaba a hundirse en su mente.

El anciano asintio, su expresión reflejo seriedad por un momento. "Así es, muchacho. Parece que estábamos metidos en un verdadero lío allá adentro"

Jacky intervino entonces, con una expresión de dolor en su rostro. "Si...vimos a unos raros allá adentro", dijo afirmando lo que dijo su abuelo con voz ronca, su tono lleno demostraba estar lleno de irritación y enojo, pero luego procedió a agregar con firmeza: "Luego escuchamos una explosión y terminé lastimándome al salvar a este anciano de las piedras que cayeron tras la explosión".

Larry, al escuchar lo que estaban diciendo sintió un escalofrío recorrer su espina como si una corriente helada se deslizara por su columna vertebral, dejando un rastro de inquietud en su mente.

Larry dejó a Jacky y al anciano en un área segura, para que sean atendidos por el personal médico, pero su mente estaba llena de preocupación por su hermano mayor. Mientras se dirigía apresuradamente hacia la mina, una sensación de miedo lo invadió, haciéndolo sentir inquieto y agitado. Su corazón latío con fuerza en su pecho, y podía sentir el sudor frío formándose en su frente mientras se apresuraba entre los caminos del parque.

Sacó su comunicador con manos temblorosas mientras corría, tratando desesperadamente de ponerse en contacto con Lawrie. "¡Lawrie¡ , ¿me escuchas?", dijo en voz alta, su voz temblorosa con preocupación. "¡Necesito que tengas cuidado! ¡No estás solo allá adentro!"

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(Se viene la alegría)

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