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-¿Te gradúas con honores y yo soy el que se lleva el premio?...-Dice Katsuki, besando los labios del omega, antes de ser empujado en la cama. Shoto sonríe risueño, las copas de vino haciendo efecto en ambos. El omega, dejando un cálido beso en los labios del cenizo, levanta una pierna y se sienta a horcadas sobre él.
El omega tiene que mirarlo un momento; Katsuki tiene el pelo desarreglado, los labios color durazno y su marcado abdomen disponible para poder morderlo. Una de sus manos se apoya en el pecho del alfa, para poder restregar su trasero en la erección del cenizo.
Katsuki suelta un jadeo y apoya su cabeza en la almohada, y Shouto acaricia su cuello.
Casi siete años que habían salido de la U.A., Shouto había empezado a estudiar medicina... porque lo de ser un héroe no era para él... y hoy había terminado oficialmente, había recibido su título tras horas de arduo trabajo, y lo había celebrado en la facultad.
Katsuki había estado con él en todo el proceso, asegurándose que comiese a sus horas e insistiendo que sin el Shoto moriría de inanición. Así que esto es un pequeño premio para los dos.
Está tan ebrio como el cenizo.
El omega tiembla de anticipación, y no puede evitar desearlo más con cada gemido, con el movimiento de caderas en círculos más cortos, girando su rostro cuando el placer se vuelve demasiado.
-Oh... justo así...-Katsuki afirma su cintura cuando siente que el movimiento disminuye, intentando no moverse por su cuenta para no verse tan desesperado. -Mierda, no puedo esperar.
El alfa entonces cambia de posiciones, liberando al omega de ese molesto pantalón, besando a Todoroki como si la vida dependiese de ello. Las manos del alfa amasan su trasero y sus labios se dirigen a su cuello, mientras que Shoto solo puede gemir y agarrarse a los cabellos de la nuca del alfa.
-Por favor, por favor, por favor..-El omega ruega.-Te necesito ahora...
Katsuki deja un beso lento en los labios de su omega, antes de meter sus manos lentamente, acariciando su entrada y humedeciendo sus dedos naturalmente para lograr lubricarlo correctamente.
Las caderas del omega se retuercen ante la entrada del primer dedo y su respiración se entrecorta, Katsuki distrayéndolo del dolor con un beso húmedo. - Tan apretado...
Cuando ya está más relajado, Katsuki mete el segundo, hasta el tercero, donde Shoto solo retuerce sus caderas buscando más fricción.
-Tan húmedo y estrecho.- comenta el alfa, apresurando la intrusión y observando como el sonido mojado de sus dedos hace temblar al omega.
Katsuki mueve sus dedos en un ángulo que tiene a Todoroki echando la cabeza para atrás, y gimiendo su nombre terriblemente fuerte, abusando de su punto dulce una y otra vez, recibiendo solo los gemidos rotos del omega, que se corre inevitablemente con el abdomen tenso, tratando de acallarse besando al alfa, qué gustoso se traga todos sus gemidos.
