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En medio del tumulto de la batalla y rodeados por la agitación de la lucha contra los invasores, Rias y Nirvana se abrían paso hacia el club de lo oculto con determinación y valentía. Con cada paso que daban, podían sentir la urgencia del momento pesando sobre sus hombros, impulsándolos a avanzar con mayor rapidez hacia su destino.

A su alrededor, el sonido de las explosiones y el choque de las armas resonaba en el aire, recordándoles la gravedad de la situación en la que se encontraban. Sin embargo, su determinación no vacilaba, y seguían adelante con la certeza de que debían llegar al club de lo oculto lo antes posible.

Con cada paso, se aferraban a la esperanza de que encontrarían respuestas y posiblemente una solución para detener la invasión que amenazaba con consumirlos. Sabían que el tiempo era su enemigo y que cada momento perdido podía significar una oportunidad perdida para proteger a los suyos y poner fin al conflicto que asolaba su mundo.

Finalmente, llegaron al club de lo oculto, donde se detuvieron por un momento para recuperar el aliento y prepararse para lo que fuera que les esperara dentro. Con el corazón lleno de determinación y la mente enfocada en el desafío que tenían por delante, se adentraron en el edificio, listos para enfrentarse a cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino hacia la salvación de su mundo.

Nirvana: Eres una líder muy irresponsable al haber abandonado a un miembro de tú realeza solo por no poder controlar su sacred gear.

Rias: Nunca lo abandoné, él es muy tímido y no quiere salir, además es uno de los que más contratos hace.

- Nirvana señaló con un gesto hacia la puerta mientras hablaba con Rias, indicando que había detectado la presencia de dos invasores al otro lado. Su mirada tranquila y determinada reflejaba una confianza innegable en su habilidad para enfrentar cualquier desafío que se presentara.

Rias asintió en silencio, reconociendo la advertencia de Nirvana mientras se preparaba para lo que venía. Juntos, se prepararon para enfrentar a los invasores, con los ojos fijos en la puerta y los sentidos agudizados en busca de cualquier señal de peligro inminente.

Con una sincronización perfecta, se lanzaron hacia adelante, listos para enfrentarse a sus enemigos con determinación y valentía. Sabían que no podían permitirse dudar ni vacilar, y estaban decididos a proteger lo que más importaba en medio del caos que los rodeaba.

Nirvana: Tú ataca, yo solo cuidaré tu espalda, esto es pelea de demonios, no es de mi autoridad.

- Con una expresión decidida, Nirvana se colocó estratégicamente detrás de Rias, listo para proteger su espalda mientras ella se enfrentaba a los invasores. Su postura reflejaba una determinación serena y una confianza en su papel de guardián, demostrando que estaba dispuesto a asumir cualquier desafío para asegurar la seguridad de su compañera.

Mientras Rias avanzaba hacia los invasores con gracia y destreza, Nirvana permanecía alerta, escudando su retaguardia y vigilando cada movimiento a su alrededor. Sus sentidos agudizados estaban en alerta máxima, preparados para detectar cualquier amenaza que pudiera surgir durante el enfrentamiento.

Con cada golpe y cada esquive, Nirvana demostraba su habilidad para proteger a Rias, asegurándose de que nada pudiera pasar desapercibido en medio del calor de la batalla. Su determinación y su compromiso con su deber eran evidentes en cada acción, demostrando que estaba dispuesto a enfrentarse a cualquier adversidad para mantener a salvo a su compañera y salir victoriosos de la pelea.

Nirvana: Veo que haz mejorado con el poder la destrucción, ya no tardas tanto y es bastante efectivo.

- Nirvana observó con admiración y respeto mientras Rias desataba todo su poder destructivo contra el último invasor que los había desafiado. Con una mirada intensa, siguió cada movimiento de su compañera mientras ella canalizaba su energía y dirigía un poderoso ataque hacia su objetivo.

Mi razón de existir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora