82- Estoy en paz- FIN

386 70 100
                                    

ESTE CAP TENDRA MUCHOS CAMBIOS DE PUNTO DE VISTA

Santiago

Era extraño no sabía bien en donde estaba. Mi visión era muy borrosa. Todo era demasiado blanco cegándome y causando que no pudiera moverme por miedo a lo que hubiese frente mío. Hasta que de paulatinamente mis ojos se acostumbraron.

«Esto es...»

Me quedé quieto entendiendo de apoco donde estaba. El verde del pasto, los dos arcos que se encontraban en los extremos, las gradas blancas. Era un campo de futbol, pero no cualquiera. Era donde yo jugaba en la primaria.

No entendía como había llegado ahí.

No recordaba ni siquiera haberme movido de mi casa.

Pero a pesar de eso, sentía como si no tuviera que preocuparme por nada. Como si nada malo fuera a pasar.

De repente algo golpeó mi pie, dirigí mis ojos hacia abajo encontrándome con una pelota.

— Creo que ya habras mejorado ¿no?— preguntó una voz conocida.

Miré hacia la dirección de donde provenía. Un chico conocido se acercaba a paso lento. Sinceramente no esperaba verlo ahí.

— ¿Marco? — pregunté sorprendido mientras él estaba cada vez más cerca. Sin embargo, en el momento en que estuvo frente a mí, entendí que ese no era Marco. La persona que se aproximaba desprendía una atmosfera diferente que yo recordaba con nostalgia.— Eze...Ezequiel— nombré tartamudeando.

— Ha pasado mucho tiempo— comentó con una sonrisa cálida como si estuviera hablando con un niño. Hasta sentía que me miraba como en ese entonces.— Mira que grande estas. Me llevas unos cuantos centímetros.

— ¿que... qué hacés acá?— pregunté sin entender que estaba pasando.

— Quería verte. Aunque sea un ratito. Nunca pude verte después de lo que paso. Nunca pude hablarte otra vez— respondió con pesar.

Tenía muchas cosas que decirle, pero al mismo tiempo no sabía que. Solo se me ocurrió una palabra que englobaba todos.

— Perdón... perdón— me disculpé sintiendo como el ardor en la garganta se extendía por todo mi cuerpo debido a la angustia crónica que últimamente estaba sufriendo. — Si hubiese sido menos inocente, capaz...

— No importa— me interrumpió con calma—. No tenías por qué ser menos inocente. Solo eras un niño. Los niños no pueden ser responsables de las cosas que hace la gente grande. Deja de creer que vos tenés responsabilidad en esto— tomó mi hombro suavemente. — Santiago, no me fui enojado ni dolido ni nada que puedas pensar. Me fui preocupado por vos. Por como esto podría afectarte, por como permitieron que vivieras algo así sin importarles como llegaría a destruirte.

— Tal vez fuiste el único que se preocupó. A pesar de que ni siquiera eras mi sangre— respondí dolido por esa cruel verdad. —Mi vida esta destruida. No sé qué va a ser de mí. Ya no tengo familia.

Me sinceré como nunca. Necesitaba decirlo. Necesitaba expresar lo tan perdido que me encontraba.

Este año que había pasado me encontraba en una clase de nebulosa. No sabía a donde ir o que hacer. Aun no sabía cómo seguir. Me había aislado bastante. Mar se había ido a estudiar al extranjero, me había preguntado si quería que se quedara. Sin embargo, yo preferí que no lo hiciera. Ella también necesitaba alejarse. Nos hablábamos muy a menudo, pero no quería abrumarla con mis problemas. Después de todo esto era algo que yo debía resolver por mi cuenta.

Marco y Esperanza también solían hablarme. Sin embargo, a ellos los quería más lejos. No porque sintiera rencor o algo así. Solo creo que Marco necesitaba más atención. Él también estaba lidiando con mucho como para que mi vida revuelta se convirtiera en su problema.

Perdóname por todoWhere stories live. Discover now