Caballeros de oro -P2-

28 4 0
                                    

Todo era maravilloso, esto era maravilloso, tener a Ambrosio entre sus brazos le hizo olvidar cualquier mirada desaprobatoria, todo sonido era el de los violines y el piano en perfecta armonía, como él y Ambrosio.
Se notaba que su compañero de baile practicaba más, pero una vez se acostumbraron, se complementaban de manera perfecta.

Un pie adelante, un pie atrás.

-Gracias por venir-

-Gracias por invitarme-

-Gracias por estar agradecido de que te invitara-

Por ese tipo de conversaciones era que Ballister adoraba a Ambrosio, su ser tan perfecto lo cautivaba; como podría tener él alguna oportunidad alguna vez.
Su paz se vio interrumpida por la reina, la cual miraba de manera burlona a la sonrojada cara de Ballister

-¿me lo permites un momento?-

El chico de tez morena dio un paso atrás y se dispuso a salir de la pista de baile. Buscaba algo para entretenerse cuando unas pequeñas manos lo jalaron al interior de una mesa con elegante mantel

-¿Qué tal estuvo?-
la energética niña tenía su rostro radiante, se notaba que se estaba divirtiendo, aunque no sabía muy bien como cuando lo único que podían hacer era hablar o bailar, y no la vio haciendo ninguna de las dos cosas

-¿Qué has estado haciendo mientras bailaba con Ambrosio?-

-Observarlos y robar comida-
lo comentaba como si fuera lo más normal del mundo ver fijamente a dos personas

-¿Por qué haces esa cara?, ¿Se te antojo un pedacito de comida?-

La niña movió un pedazo de algo parecido al pan burlonamente frente a su rostro, ella sabía lo que estaba haciendo entonces simplemente me reí.
Después de un rato salimos para tomar la cena junto con un brindis de la reina

-¡Por los futuros caballeros del reino!- levantó su copa mientras todos repetían la frase al unisón mientras a Ballister se le hinchaba el pecho de orgullo

-Lo ven, hasta la reina comete un error-
un par de mesas delante de la nuestra se podía vislumbrar a Todd.

-¿A qué te refieres?-

No quería pelear con él esa noche, pero seguía importándome demasiado el reino y por lo tanto la reina

-Ya sabés, en realidad somos los caballeros del reino y una sabandija que quiere jugar con los espadas-

tuve que usar toda la fuerza de mi cuerpo para sujetar de la cintura a Nimona y evitar que se abalanzara contra Todd

-Suéltame, no voy a seguir dejando que te traten así-

fue toda una prueba mantener las cosas tranquilas, pues vaya que pesaba esa niña para lo pequeña que se veía

-Tranquila, sé que él tampoco debe menospreciarse ni llamarse sabandija, pero Todd está en su derecho de hacer lo que quiera, entonces no debemos detenerlo-

la pelirosa se detuvo en seco y mostró una sonrisa llena de orgullo y puedo jurar que chispas rosas antes de entrar en su papel y mirarlo con pena mientras el chico nos miraba de regreso con odio

-Aprendes rápido jefe-

-¿Y ese nuevo apodo?-

-Como ahora eres alguien "importante" y parece que ya puedes tomar el mando de nuestras travesuras, me pareció buena idea ¿No te gusta?-

Note las comillas en importante y tuve que aclarar

-Primero, no soy alguien taaaan importante-

Nimona me miró, yo la miré a ella, me volvió a mirar y señaló literalmente todo a su alrededor

DandelionsOnde histórias criam vida. Descubra agora