𝓐 𝓿𝓮𝓻𝔂 𝓼𝓽𝓾𝓫𝓫𝓸𝓻𝓷 𝓼𝓽𝓪𝓻 ☆☆☆ RuiKasa🌟🎈

#001 ☆ 𝓘𝓷𝓾𝓽𝓲𝓵

Tsukasa no se lo podía creer. Un guardaespaldas... ¡Era horrible! No quería tener a nadie preocupándose por él detrás suyo. Sé podía valir por si mismo, lo que pasó ese día solo fue una confusión.

...¿A quién quería engañar? Necesitaba un guardaespaldas. No podía defenderse, era muy asustadizo y no suele prestar atención a sonidos.

Pero aún así, le molestaba la idea. No quería que alguien estuviese en casa con él, alguien que seguro sería un señor mayor que no conocería de nada, probablemente al poco de jubilarse... Le gustaba más tener la casa sola para así hacer lo que quería, pero ahora no iba a poder.

Tsukasa estaba sentado en el sofá jugando unos videojuegos, sus padres estaban hablando con el que iba a ser su guardaespaldas en otra habitación. Tsukasa simplemente presionaba los botones del control y seguía jugando.

Entonces, sus padres salieron del cuarto y se dirigieron a su hijo mayor. Su madre fue la primera en hablar.

— Cariño, este es Rui Kamishiro, tu guardaespaldas.

Su madre se apartó de la puerta para que el chico pudiese pasar. Era un hombre de unos 20 y pico años, aproximadamente unos 22. Hizo una suave reverencia y se colocó las gafas.

— Encantado, Hoshi.

— ¿Por qué haces una reverencia? Ni que fuera de la realeza —. Pausó el juego y se cruzó de brazos.

El chico estaba más bueno de lo que esperaba, pero tampoco era de su agrado. Después de todo, seguía siendo su guardaespaldas...

— Tsukasa, no lo trates así —. Levantó la voz su padre.

— Por favor, Kamishiro. Cuida bien de nuestro hijo, no queremos que le suceda nada.

— Está bien, señor, señora. Su vuelo despegará en dos horas, deberían ir yendo ya al aeropuerto.

— Oh, muchas gracias —. Dijo la mujer —. Cariño, nos vemos —. Se acercó a su hijo y le dio un beso en la mejilla.

— ¿Y Saki?

— Saki estará con nosotros, está esperándonos afuera.

— ¿Puedo verla?

— No... Aún no.

Tsukasa se quedó callado y asintió con la cabeza. Sus padres se marcharon y él solo miró al guardaespaldas un rato.

— Así que Rui Kamishiro, ¿eh?

— Exactamente. A tu servicio, Hoshi.

— No me llame Hoshi, por favor.

Tsukasa frunció el ceño y siguió jugando. Rui le miró confuso y solo tosió un poco.

— Siento interrumpirle, pero, ¿en qué habitación me alojaré?

— Puede quedarse en la de mis padres durante este tiempo, también en la de invitados. Me da igual.

— Entendido.

Fueron unas horas muy incómodas, Tsukasa prácticamente ignoraba a su guardaespaldas mientras que este no sabía que hacer.

Tsukasa se encontraba en su cuarto sentado en una silla frente a su ordenador portátil en su escritorio. Estaba tarareando una melodía que compuso hace unos días para su nueva canción, pensando en que letra ponerle.

— ¡Agh! No tengo ni la más mínima idea —. Golpeó su escritorio con rabia y se pasó una mano por el pelo —. ¿A dónde se fue mi inspiración?

Al oír el golpe, el más mayor entró a su habitación suavemente.

— ¿Hoshi? ¿Todo bien? — Preguntó.