Cap 17

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Nie HuaiSang caminaba de un lado a otro, buscando excusas, pero cada una era menos creíble que la otra. Toda idea que llegaba a su mente se desmoronaba al ver a los hermanos con miradas angustiadas.

Llegar hasta ellos fue complicado, más aún al no tener accesos a los mapas, el lugar parecía un laberinto, lo que hacía la búsqueda más difícil de lo que pensó, pues al nunca haber ido al área de las celdas y calabozos se perdía con facilidad entre los pasillos, había persuadido y sobornado a uno de los guardias para obtener las llaves de aquella celda en específico y unas indicaciones inútiles. Cada tramo, cada rincón, parecía ser una copia exacta del anterior. Pero su paciencia dio frutos al lograr encontrarlos alejados de los demás prisioneros.

Hablar con ellos fue complicado más por la reacción defensiva de la hermana, hablando con fuerza para tratar de evitar que se acercara a ella o a su hermano. Pero al abrir la celda, el ruido alertó a uno de los guardias que de inmediato preguntó por la razón de su presencia. Para su desgracia, todos los asuntos de los calabozos, prisioneros y la secta en general, se trataban directamente con el líder, por lo que fue a consultar a Nie MingJue.

Mientras caminaba en círculos, estaba tentado a huir con ellos. Al escuchar los pasos pesados, los insultos que al estar más cerca se hacían más claros, se maldecía por no poder huir, huir en lugar de pensar excusas.

— ¡¿Se puede saber qué demonios estás haciendo?! ¡Qué puta mierda tratas de hacer ahora!

— N-no es lo que parece... Necesitaban aire y...

— ¡No me vengas con estupideces! Ellos son prisioneros.

— ¡¿Por qué?! ¡Ellos no han hecho nada, son inocentes!

— ¡Eso dices por qué no sabes nada! ¡Nunca sabes nada, son unas miserables ratas, todos y cada uno de ellos! ¡Aniquilando a los nuestros! ¡¿Te parece inocente?!

— Ni siquiera participaron en algún ataque que ha hecho QiShan Wen, ellos han ayudado a uno de mis mejores amigos, uno que, se suponía, tú decías amar. ¡Ellos lo ayudaron con el problema que tú y la puta que trajiste le causaron a Jiang Cheng!

Nie MingJue furioso, lo sujetó por el cuello de la túnica, levantándolo unos centímetros sobre el suelo mientras empezaba a gritarle. Wen Qing y Wen Ning retrocedieron un paso con horror al ver a Nie MingJue furioso.

— ¡Cómo te atreves! Meng Yao es mi Omega... ¡No te voy a permitir que hables así de él! ¡Mucho menos para defender a estas escorias!

— Cof... Su..el... Ta...m... Cof — Nie HuaiSang temblaba al ver a su hermano en ese estado, sin saber qué sería capaz de hacerle.

— ¡¿Si fuesen inocentes, realmente crees que los tendría aquí abajo, pedazo de animal?! ¡No solo vienes acá sin mi permiso, sino que tratas de ayudar a unos malditos criminales!! ¡¡Y le faltas el respeto a Mi Omega!!

El rostro de Nie MingJue estaba rojo por la rabia, las venas sobresalían en su frente, el agarre en su mano aumentaba a la vez que Nie HuaiSang tenía más dificultades para respirar, por más que intentaba, no podía liberarse de las manos del alfa. Algunas lágrimas se estancaron en sus ojos a causa del dolor y la falta de aire.

— ¡¡¿Quién demonios crees que creó la droga que usan los Wen?!!... Esa miserable que quieres ayudar... ¡Fue ella! Y me dices... ¡¡¿Qué son inocentes?!!

Con esa frase, Wen Qing abrió mucho los ojos retrocediendo con miedo. Pronto un aura oscura empezó a rodear a Nie MingJue. Quien cerró los ojos con fuerza, soltando finalmente a su hermano, retrocedió unos pasos mientras la energía lo rodeaba, empezando a quejarse a gritos del dolor.

Me robé a tu alfa (XiCheng)Where stories live. Discover now