Capítulo 4

4 1 0
                                    

Cap.4

Me despierto por el golpe de agua fría que siento caer por toda mi cara y seguido de las carcajadas de mí hermano

-Mama me ha dicho que te despierte- sigue riéndose

-¿Te ha dicho que me despiertes echándome un vaso de agua helado?- estaba un poco enfadado, pero era mi hermano y no podía pelearme con él, estamos demasiados unidos para cabrearnos el uno con el otro a pesar de las bromas que nos hacemos, en eso consiste la relación entre hermanos, a pesar de todo lo que pasa y te hace siempre le querrás y lo tendrás a tu lado

-Me ha dicho que te despiertes y te he llamado, pero como no me hacías caso he recurrido al plan b- lo conozco tanto que sé que está mirándome con su intensa mirada y su sonrisa malvada

-Estaba muy cansado, ahora bajo a desayunar- le digo con el fin de que se marche de mi cuarto

-¿Desayunar? Más bien dirás comer hermano, son las dos- y se sigue riendo

-¿En serio? Pues sí que he dormido yo... ahora bajo a comer- y ahora sí que noto como se va de mi habitación al escuchar la puerta cerrarse

Me cuesta levantarme, anoche estaba muy cansado, pero ahora me siento como nuevo. Me dirijo al armario y busco un tejano a través de su textura, una vez ya lo tengo busco una camiseta de manga corta negra, agradezco que mi madre siempre me ayude a mantener todo en su sitio a si me resulta más fácil encontrar la ropa que quiero sin tener que consultar a nadie, y por último busco mi querida camisa de cuadros rojos y blancos. Vuelvo a la cama con toda la ropa y me la pongo, ya tengo práctica así que voy rápido, siendo sincero, al principio tenía miedo de ponerme las camisetas del revés pero ahora me fijo en las etiquetas del cuello y es más fácil de lo que yo me pensaba, lo sé, a veces me cuesta un poco entender las cosas y parezco retrasado.
Una vez ya vestido voy donde tengo todas mis bambas y busco mis Converse blancas, y por último peino con mis dedos un poco el pelo, me pongo mi colonia y mis gafas, aún que este en casa siempre me las pongo y solo mi madre y mi hermano me han visto sin ellas, no es que sea asqueroso ni nada del otro mundo, pero cuando no las llevo siento que me falta algo, así que prefiero ir con ellas.

-Ya era hora de que bajases dormilón- escucho a mi madre decir una vez que ya estoy en la cocina

-Mmm... que bien huele, ¿sopa?- le digo abrazándola

-Sopa, venga siéntate que te estábamos esperando- y me siento en mi silla de siempre

-Que aproveche- dice mi padre, últimamente está más feliz, supongo que todos lo estamos más

La comida transcurre entre risas y un concursos de eructos entre mi hermano y yo, cuando estoy en familia y en confianza no me importa hacerlo, ya de paso nos echamos unas risas. Mi madre siempre se queja diciéndonos que un día lo haremos en un lugar público y que nos avergonzaremos mucho, pero mi padre no nos regaña por ello y se ríe con nosotros, incluso hay veces que compite, pero definitivamente nadie puede ganar a Chris.
Al finalizar la comida entre todos ayudamos para recoger y limpiarlo todo y después subo a mi habitación a componer una canción. Apenas tengo algunos acordes cuando escucho el timbre de casa y mi madre gritar

-Cameron, Alice ya está aquí- y después de eso la escucho mantener una conversación con Alice, pero no logro entender nada ya que están muy lejos, pero a medida que bajo las escucho.

-Desde que te conoce se le ve más animado, te lo tengo que agradecer, hacía mucho que no estaba así- lo que acababa de decir mi madre era cierto, desde que conozco a Alice siento algo dentro de mi como volver a nacer, siento que estoy saliendo lentamente del capullo en el cual estaba escondido.

Lo mejor de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora