Capítulo 11:

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Kyojuro parpadeo ante la luz de sol que se filtraba por la ventana, el dolor de cabeza le taladro los sesos de manera dolorosa, se levantó llevando inevitablemente sus manos a su adolorida extremadamente adolorida cabeza.

Fue cuando lo sintió, su cabello rubio echo un reverendo nido de pájaros con paja enredados por todas partes, al bajar su mirada asustada se encontró con moretones mordidas y chupetones en todo su cuerpo y ahora que lo analizaba mejor, el dolor en su culo y espalda baja era insoportable.

Casi grita en desconcierto, tratando inútilmente de levantarse del montón de paja donde había dormido, pero el brazo de Tengen estaba firmemente sobre su cintura.

La rabia lo consumió de inmediato, esto era culpa de ese idiota calenturiento, hijo de puta, de una super patada estilo alfa lo boto del pequeño nido que habían formado.

— ¡¿Que me hiciste bastardo?! — grito furioso, tuvo que chistar por las molestias de su parte baja, maldito hijo de puta, se había servido bien mientras estaba ebrio ¡Lo había literalmente violado!

Usui lo miro desorientado por un segundo desde la posición donde lo había aventado, pronto se mirada se aclaró y el reconocimiento brillo, y lo observo con picardía el muy degenerado.

— Nada que tu no quisieras — casi se le va encima por inútil y calenturiento, pero Hanako los interrumpió con su voz suave y delicada de beta.

— El desayuno está listo — Kyojuro quería que se lo tragara la tierra.

¿Seguían en la casa Kamado? ¿Y este imbécil lo había follado en casa ajena? ¡Lo iba a matar!

Senjuro despertó sintiéndose cálido, protegido y cómodo, como nunca en su vida se había sentido, no quería despertar nunca.

Se apretujo más contra el cuerpo de Tanjiro, respirando en cada inhalación su aroma apacible y quieto, observando el ritmo ascendente de su pecho al respirar, el alfa lo abrazaba cubriéndolo casi por completo, su pierna lo abrazaba junto con su gran brazo por la cintura, por más que trata de moverse sin despertarlo sería imposible, era una prisión de extremidades y estaba bien con eso y esperaba despertar por el resto de su vida sintiéndose así, amado.

Ocultando su rostro en el hueco del hombro y cuello de su alfa cerro los ojos, dispuesto a dormir solo un poco más, necesitaba de esta paz un poco más.

Pero el mundo lo odiaba y esa paz se rompió al momento en que el hermano menor de Tanjiro toco la puerta anunciándoles que el desayuno estaba listo.

Tanjiro le sonrió aun soñoliento y Senjuro no pudo evitar robarle un beso, apartando la mirada ruborizado por su acción, Tanjiro lo miro sorprendido, pero sus acciones fueron un poco más allá cuando reacciono a su aturdimiento, tumbo a un Senjuro que soltó una carcajada cuando el alfa hizo su travesura, ambos rodaron por el tatami, por supuesto Tanjiro quedo arriba del omega, sus respiraciones agitadas, jadeando, tratando de respirar con normalidad, Senjuro no pudo ocultarlo más, soltando una risa sonora, Tanjiro un poco más serio lo beso, Senjuro correspondió muy apenas, aun la risa era contagiosa, el ambiente se tornó sensual en un segundo y de un momento a otro ese beso tierno se profundizo, sumergiéndose en un mar de besos interminables y deseosos.

Fueron interrumpidos nuevamente por el toqueteo torpe e insistente de Rokuta, Tanjiro sonrió aun sonrojado Senjuro.

El tiempo con Tanjiro se le hizo muy corto, después de un agradable, su alfa se despidió con un corto beso, prometiendo verse pronto, sabía que Tanjiro debía trabajar y profundamente deseo una vida así, sencilla, donde Tanjiro saliera temprano después de desayunar su comida, le diera un beso de despedida y regresara por la tarde para estar el resto del día con su familia, muchos cachorros correteando por ahí felices con lo poco que tenían y en la noche amándose tan profusamente, tan íntimamente, eso le hubiera gustado que fuera su vida.

Tiempo de Promesas⌠TanjiSen⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora