CAPITULO 12

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Salieron tomadas de la mano. Afuera todavía podía escucharse los estruendos de la música de la discoteca muy en alto.

Freen había perdido de vista a Billy desde hace un par de horas, justo cuando Becky había llegado, y se lo imaginó tal vez liándose a alguna chica mientras tanto. La idea le tranquilizaba de alguna manera, al menos notaba que él no había cambiado para nada y que se mantendría alejado de Becky entonces. Sonrió mientras caminaba con ella a su costado.

- ¿Qué? - preguntó ella, dando pasos rápidos y colocándose delante de Freen. Caminando en reversa.

- Estás muy caliente esta noche. - sonrió, sin mostrar los dientes, esa sonrisa tan ardiente y sensual que solía colocar muy inesperadas veces. Becky sintió como todo su pequeño cuerpo se ponía alerta.

- Eso me han dicho.

Freen frunció el ceño. ¿Qué?

- ¿Quién? - alzó una ceja y detuvo el paso.

- Estoy bromeando. - ella puso los ojos en blanco y soltó la mano de Freen dejándola en el aire, y apresurándose a caminar.

- No me gustan esas bromas. - le reprendió Freen Aunque en el fondo, reía. La vio caminar en frente suyo, directo al Mustang estacionado en el último lugar. Su viejo auto, parecía aún más estrepitoso y longevo con Becky al costado. Tan propia. Tan modelo de auto nuevo. Vaya, de verdad estaba preciosa esa noche. Sus ojos brillaban por el farol encendido en la otra calle. Su sonrisa estaba radiante. Quizá esos eran los efectos de la reconciliación. Aunque ella, estaba pensando en una segunda parte. Una reconciliación más intensa. Quizá, ellas dos... en el auto, ahora mismo... tragó saliva. El pensamiento le hizo calentarse más. - oye. - le llamó. Becky se dio vuelta, su largo cabello se giró al mismo tiempo.

- ¿Sí? - le preguntó inocente. Aunque algo le hacía interpretar la mirada de Freen. Tan oscura. Tan deseosa. Oh, le gustaba.

-Conozco un lugar cerca de aquí.

- Un lugar... ¿Cómo qué? - alzó una ceja y sostuvo el peso de su cuerpo en su mano derecha, aplastada en la parte delantera del Mustang. Freen relamió sus labios. Su brillante saliva quedó plasmada en su boca. Que jodida tentación.

- No voy a decirte.

- Entonces no iré. - cruzó sus brazos. Apretando sus senos. ¡Mierda! Podía entonces notar cuan excitada estaba sin antes haberla tocado. Era suficiente con mirarla.

- Te gustará, vamos, confía. - caminó rápidamente hacia ella, colocándose justo en frente de sus ojos. Una mirada realmente intensa y ardiente pasó entre ellas. Vaya. Ahora lo entendían, eran pura tentación. La boca de Becky se hizo prácticamente agua. Soltó un respiro ahogado, dando a notar sus ganas de jadear por lo cerca que tenía a Freen, y este sonrió.

- ¿A dónde piensas que voy a llevarte? - le preguntó. Y bajó la mirada, divisando con descaro sus senos.

- ¡Sarocha! - le reclamó ella, notándolo y golpeándole el torso con las manos, ligeramente ruborizada.

- ¿Piensas que voy a llevarte a un hotel? - Becky tragó saliva. Oh, sí, tal vez eso estaba pensando. - Mnh... - murmuró. Mojó sus labios una vez más, esta vez con suavidad y detenimiento. La mirada de ella tembló por unos segundos, desvaneciéndose ante la imagen. Maldita perfecta lengua.

-Vámonos a casa. - le dijo ella con desinterés.

- Pero enserio... - continuó Freen. - quiero llevarte a un lugar antes, y creo que va a gustarte. - una sonrisa le adornó el rostro. Una sonrisa angelical. De niña traviesa. De niña inmadura y juguetona. Una que hizo que Becky terminara por derretirse.

Su corazón dio latidos rápidos. Oh vaya, nunca dejaría de sentirse así con Freen. A pesar de los meses y estaba mas que segura que de los años, la magia nunca acabaría. Su estómago parpadeaba. Se quedó inmóvil. Observando sus bonitos ojos cafés mirándola, cuando esta, la interrumpió de su concentración cargándola sobre un hombro. Un grito fuerte se escuchó de parte de ella.

- ¡Bájame ahora mismo! - le ordenó. Pero era demasiado tarde. Freen paseaba tranquilamente por las calles de Atlanta con ella al hombro, silbando una canción. Podía reconocerla, era "Hero/Heroine" de Boys Like Girls. Muy acople al momento. - ¡bájame! - volvió a exigirle. Dando pequeñas palmadas a la espalda de su novia. Pero esta parecía ignorarla. - Freen. - intentó hablarle, pero ella seguía silbando fuerte, y paraba a veces, para reírse de ella.

La gente alrededor observaba con ternura. Algunos hasta podían aprovechar la bonita vista que Freen proporcionaba del trasero de Becky. Pero podía notarse el ambiente, lleno de amor, de bromas, y de cosas que ella... jamás había hecho por nadie.

Varias mujeres suspiraron alrededor de la calle por la que Freen pasaba muy fresca. Eso por un lado, tranquilizó a Becky, al menos tenía la satisfacción de saber que ellas podían notar que Freen era suya. Já, eso era realmente bueno. Sonrió para sí misma.

- ¿Qué vas a hacer conmigo? - le preguntó ella, sacando una bandera blanca, dándose por vencida .No podía con esa mujer.

- Lo mismo me pregunto yo. ¿Qué vas a hacer conmigo Rebecca Armstrong? - la pregunta hizo que Becky sintiera muchas ganas de besarla en ese mismo instante. Entendía el mensaje concretamente y lo que había querido decir. Su estómago se llenó de ternura. Y su corazón iba a explotar. - me excita mucho esta vista. - le susurró solo para que ella pudiera escuchar. Al mismo tiempo sonrío. Una sonrisa caliente y a la vez traviesa. Entonces todo lo tierno, había pasado mágicamente a algo provocador y tenso.

Becky sonrió por lo bajo. Su ligera molestia había cesado. Y lo dejó pasar. Dejó que caminara con ella en brazos hasta su desconocido destino. Se preguntó ¿A dónde sería que la llevaría? Le intrigaba ciertamente. Mientras Freen caminaba, ella podía seguir observando su alrededor, más edificios se abrían a su paso, algunos completamente apagados y otros con algunas luces encendidas en varias ventanas. Varias tiendas de comida y finalmente un puesto en una casa con buen estado. Un letrero en la parte superior, grande y encendido con luces azules: "Touché"

Sus ojos se iluminaron al leer el resto del letrero publicitario. Al parecer, un centro de tatuajes. ¡Joder, sí! su corazón dio un vuelco y su mente se envolvió en escenas de aquella vez, cuando habían hecho el amor en el Mustang de Freen, donde había contado por primera vez los tatuajes de esta. Esta la dejó bajarse, colocándola de nuevo sobre el suelo. Becky se tambaleó un poco y abrió los labios en una sonrisa grande.

- Sabía que te gustaría.

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TENTATION 2 -FreenBecky G!pWhere stories live. Discover now