De Kuroo para Kenma

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Amor.

Solo puede sentir amor.

¿Y qué es el amor?

Difícil de explicar, fácil de sentir.

Cada vez que ve a Kenma sonreírle, Kuroo sabe que algo bien hizo en su vida para ganarse ese regalo. Sí, es un idiota. Comprende completamente que siempre fue un inmaduro egoísta y quejón, pero desde que Kenma está con él, se ha convertido en un mejor hombre. Todo es mejor cuando lo tiene a su lado.

Mirar al cielo no hace falta si puede encontrarse con sus ojos. Kuroo se pierde en la mirada cansada de una persona que considera hermosa y podría hacerlo hasta morir. Hay algo en ese chico que llama lo suficiente su atención como para querer observarlo como si fuera una obra de arte.

Su estómago explota en sensaciones raramente adictivas. Sonríe como un tonto, se siente ansioso cada vez que está con él. Desea tenerlo en su brazos todo el día y besar sus labios como si fuera el último beso de todos. Quiere tocar su piel pero no bruscamente, solo rozarla con sus dedos, temiendo lastimarlo. Kuroo hasta quiere dibujar sus pestañas... Y eso que es malísimo en la clase de artes.

Y no miente. Realmente ama a Kenma. Quiere tenerlo en su vida y disfrutar de su compañía. Quiere reír y llorar con él, como así pasar frío y calor. Quiere conocer cada faceta de aquel rubio. Es una de sus buenas razones para levantarse todos los días: Pareciera que los árboles de cerezo florecen cada vez que Kenma llega a la escuela.

Y muerde su labio inferior. Juega con sus dedos. Le dan ganas de llorar cada vez que lo ve reír. Kuroo siente demasiado y aún así lo agradece.

Kenma es especial. Completamente diferente al resto. Al instante en el que lo conoció, llamó su atención: ¿Habrá sido su rostro cansado o su silueta somnolienta? Recuerda estar sentado y verlo bajar por las escaleras, rascando sus ojos. Ese cabello rubio enmarañado, ropa con talles más grandes y su ceño fruncido. Así se enamoró de él: El mundo se detuvo y los ojos de Kuroo parecieron iluminarse.

Con solo acercarse a él, Kuroo siente esa bonita ansiedad. Esa picazón en sus dedos por querer tocarlo, su garganta secándose por querer besarlo. ¿Es normal o es que está enfermo? No lo sabe, no le interesa. Solo quiere seguir sintiendo si se trata de su hermoso Kenma.

Ay, son demasiadas cosas. Siente que va a morir de amor.

¿Así de bien es vivir bajo las nubes del amor? Los días son soleados, las flores son más coloridas de lo normal. El agua está más limpia, los árboles lucen más altos. Todo es perfecto.

¿Y solo por sentir amor?

Esto es increíble.

Kuroo quiere sentarse y dibujar por él, escribir cartas por más malo que sea, tallar sus iniciales en un árbol y sacarle fotos. ¿Es acaso demasiado intenso? Espera que cuando esté con Kenma, este entienda que siente demasiado. Que su corazón se hincha de mariposas cuando hablan o solo le sonríe.

Qué magnífico es el amor.

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