09

3.1K 298 44
                                    

EL CAST SE ENCONTRABA filmando, al terminar de maquillarse y vestirse tuvieron que irse para filmar, Mica había preferido no acompañarlos, no quería adelantarse nada de la película aunque ya conocía los hechos verdaderos en los que se basaba la producción de la película.
Ella rondaba por los pasillos del lugar, algunas escenas serían grabadas en la montaña de Sierra Nevada y otros en un set de producción.

La chica esperaba a que el agua para el termo estuviera caliente para poder volver a tomar mates con unas bizcochitos.
Una vez que terminó sirvió el agua en el termo, comenzó a caminar en dirección a los camerinos dónde los maquilladores ya estaban descansando.

—Hola devuelta.—les saludo sonriendo.—¿Quieren tomar mates?

Y así había pasado las horas, tomando mates y charlando con los trabajadores, los más jóvenes de allí la reconocieron a la bailarina y actriz, los adultos no tanto, la asociaban más cómo más cómo la novia de Pipe.

—¿Y hace cuanto andas con el muchacho?—preguntó Rosina, una mujer de unos 30 años.

Mica casi se ahoga con el mate.

—Pipe y yo no andamos.—¿por qué los confundían como pareja?

—¿No?—preguntaron una joven y un joven al mismo tiempo.—Pero parecen, eh.

—No, nada que ver.—negó ella, ojalá si, mentira, es joda.—Pipe es mí amigo nada más.

—Y esa mirada que se dan los amiguitos de hoy en día.—suspiro Marcela, otra mujer, encargada del vestuario.—Asi decía mí hija, es un amigo y pum, casados y con hijos, igual no me quejo, unos nietos re divinos tengo.

Micaela sonrió mientras seguía cebando mates, ya fue, si quería pensar que Pipe era su pareja que lo hicieran, no le afectaba mucho.

—¡Hemos vuelto hermosa gente!

La voz de Juani llego a sus oídos, entro seguido de los demás.

—Como le das a esa porquería.—le hablo Juani.—Desde que nos fuimos estás con el mate.

—¿Cuál hay?—fingió ofenderse, Juani agarró su celular.—Ni hablar de vos y ese celular, pegado lo tenés.

Los demás rieron, ambos peleaban como hermanos chiquitos.

—Dame un mate, por favor.—le pidió Diego, ella le acercó uno.

—¿Y, como les fue?—preguntó con curiosidad.

—Agotador, pero me encantó.—le respondió Diego, los demás asintieron.—Es un tema bastante fuerte, pero la verdad que me emociona filmar esta película.

—Y si, ¿te acordás lo que la sufriste para saber si quedaste o no?

Los chicos se encargaron de desmaquillarse y sacarse el vestuario de la película.
Micaela seguía hablando con los maquilladores.

—Ya te hiciste amigos nuevos.—le sonrió Pipe contento, se sentó al lado de ella con la cara ya desmaquillada y su ropa normal.

—Viste, ni yo me la puedo creer.

El chico tenía su cabello despeinado y cayendo por su frente, algo bastante lindo para los ojos de Micaela, ella se acercó y acomodo el cabello de él, sin sentir vergüenza alguna, pero él ya se estaba meando encima de los nervios.

—Ya te digo yo.—suspiró Marcela con su característico acento paraguayo.

—Yo les doy un mes y van a andar pololeando.—le apostó Rosina.

—Aquí hay amor.—empezo a canturrear Juani grabando a ambos chicos.

—Con amor va a ser la patada que te pegue en el orto.—le amenazó ella, Marcela y Rosina abrieron sus bocas sorprendidas por el lenguaje de la chica.—Ay, perdón se me escapó.





























































































—¡Grande Mica!—aplaudieron todos, cuando vieron la bandeja con ensalada su emoción se borró.

—Perdón, Bayona me dijo que ya van a empezar el entrenamiento y la dieta.—les dijo Micaela al ver su desilusión.

Pipe se sirvió de la ensalada con salsa felicidad, él odiaba las verduras y todo eso.
Micaela se sentó a un lado de Pipe y comenzaron a comer la ensalada, mientras hablaban, la chica escuchaba atenta como ellos hablaban sobre el rodaje de la película, Enzo apesar de ser el más callado de todos comenzó a hablar con emoción.

Al terminar de comer cada uno ayudo con la limpieza apesar de estar cansado.
Juani se había sentado en el sillón con su celular, Micaela pensaba seriamente en lo difícil que sería para Juani estar un día entero sin aquel aparato, se sentó a su lado mientras Francisco hablaba sobre no entender mucho las redes, algunos ya se habían ido a descansar.

—A ver, fotito.—dijo Juani, ahora de pelo alisado.

Micaela sonrió a la cámara, apoyando su cabeza sobre el hombro de él.

—No, mira que el panflin se pone celoso.—rió Juani, susurrando a su oído.—Miralo no más.

Pipe estaba con su termo y mate, tomando con Matías pero su mirada freno en ellos.

—Nada que ver.—dijo ella, se giro evitando la mirada de él.—Lo conozco hace poco.

—¿Y que tiene?

—No lo conozco, no sé nada de él.—excusó.

—Tenés bastante tiempo para conocerlo.—sonrió el de ojos celestes, ella mordió su labio nerviosa.

—Ay, no sé.—suspiró la castaña, se cruzó de brazos y su mirada viajo a Pipe.

Casi se paraliza cuando su mirada conecto con los ojos de Pipe, quería ignorar el golpe en su pecho, quería pensar que lo que comenzaba a sentir por él solo era un cariño de amigos, quería apartar su mirada pero no podía, odiaba saber que comenzaba a sentir algo por él, y no amistad.
Sentía miedo de aquello, jamás había experimentado aquellos nervios que sentía al mirar a Pipe, cuando él le regalaba esas bonitas sonrisas y ella quería derretirse ahí mismo.

Despegó su mirada como pudo.

—Un sueño, me voy a mi habitación a descansar.—avisó levantándose del sillón, saludo con un beso a Francisco y Juani.

Apretó su mano con fuerza, se despidió de Matías con el mismo gesto, pero casi se muere cuando vio a Pipe esperando su saludo con una sonrisa. Se acercó y le dio un beso en la mejilla rápido, apresuró su paso hacia la puerta y corrió hasta su habitación.

Los muchachos casi rieron, Francisco miro a Pipe, quien tocaba su mejilla como una niña enamorada.

—¿Nos vas a decir que te pasa?—le pregunto el rubio con una sonrisa.

—No sé.—contestó, sus amigos lo miraron incrédulos.—No sé, me siento como un tonto cuando estoy con ella, la veo y no sé que me pasa.

Sus amigos soltaron un aww, él los miro mal.

—No se burlen, es en serio.—bajó su mirada.—Parezco un boludo, yo les juro que nunca me pasó algo así.

—Lo que pasa es que vos te estás enamorando, pichoncito.—le dijo Francisco.

—¿Ustedes creen?—preguntó, sus amigos rodaron los ojos y asintieron.

Pipe mordió sus labios, sintiendo nervios, no podía negar que quizás se estaba enamorando, se sentía tan extraño, no sabía si era normal, no sabía cómo actuar cuando estaba cerca suyo, solo esperaba que Micaela se sintiera igual.

𝗜𝗡𝗩𝗜𝗦𝗜𝗕𝗟𝗘 𝗦𝗧𝗥𝗜𝗡𝗚, felipe otañoWhere stories live. Discover now